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Asturias, jugar con las cimas

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Texto: Isaac Vilalta, Ricard Calmet / Fotografía: Dani Álvarez | 14 Oct 2019

Asturias, jugar con las cimas

Asturias, jugar con las cimas

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El Principado de Asturias es tierra de antagonismos. El mar riega los montes, los pastos iluminan las minas, el arte colorea la industria, la sidra moja el cachopo. El sol y la lluvia. Asturias es Oviedo o Gijón. O Gijón y Oviedo. Y los pueblecitos y carreteras que lo unen todo. Esta es una Fuga, con inicio y final en Cangas de Onís, para subir y bajar. La mística, la historia y el turismo ya inherentes a los Lagos de Covadonga frente al silencio, la soledad y la espectacularidad de puertos por descubrir, como el de Casielles, rozando la frontera con Castilla y León. Enlazarlos en salidas de un día o de dos, ya dependerá del grado de diversión y del sol y de la lluvia, por lo que es necesario afrontarlos con predisposición a pedalear pero, sobre todo, a jugar. Antes, recojemos las bicis en la sede MMR en Avilés: dos ejemplares de la serie Adrenaline de carretera, la Adrenaline Aero en verde y la Adrenaline SLD en rojo y negro.

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El científico francés Paul Labrouche afirmó que "el desfiladero del Sella es el más escarpado e imponente de los desfiladeros célebres" y destacaba "la imagen de la entalladura fantástica en que los ingenieros de Castilla lograron hacer pasar una carretera". Lo que Labrouche describía es el Desfiladero de los Beyos, una zona donde admirar los resultados de la erosión: un cañón con grandes bloques de roca, cascadas, y la sensación de que la única salida pasa por no mirar atrás. Es por ahí por donde empieza nuestra ruta después de instalar la base de operaciones en Cangas de Onís —siempre resulta óptimo tener el refugio cerca, por si aparece la lluvia—. Para calentar piernas, afrontamos la subida a Casielles después de un paseo por el Parque Natural del Ponga, un espacio tranquilo y relajante, sin apenas tráfico, y que nos permite enlazar rutas circulares en función de las expectativas. Así, salimos de Cangas de Onís por la N-625, remontando siempre el río Sella, unos kilómetros que pican ligeramente hacia arriba, pero que no desgastan demasiado.

 

 

Después del Puerto de Pontón, en el kilómetro 18 de nuestra ruta, empieza la auténtica aventura con una sucesión de curvas, acantilados y montañas que se comen la carretera. Superamos la collada de Llómena, volvemos a la N-625 y retomamos el Sella como compañero de viaje para entrar en la boca del lobo, con unas rampas iniciales que son lo más parecido al Alpe d’Huez asturiano. Es un terreno comido a la montaña, insuficiente para abrir paso a convoyes de envergadura; esto explica, probablemente, que la Vuelta a España no se decida a estrenar este puerto espectacular. A partir de ahí, sólo queda una salida posible: hacia el cielo. Y aunque, en realidad, son sólo algo menos de tres kilómetros y medio, Casielles se trata de una subida inolvidable.

Una vez digerido Casielles, la segunda parte del recorrido se puede enlazar o dejar para el día siguiente. En cualquier caso, volvemos al punto de inicio, Cangas de Onís, por la misma N-625, y esta vez con la corriente del Sella a favor. La aproximación a Lagos será por la AS-114, en una ruta perfectamente señalizada, y con un tramo inicial llano seguido de un desnivel muy asumible hasta el Santuario de Covadonga. Ahí, las diferentes zonas de aparcamiento y las sucesivas rotondas nos desvelan que se acerca algo muy gordo —en lo turístico, claro—. De hecho, una barrera limita el acceso a los Lagos a partir del Santuario, lo que no resulta un impedimento para subir en bicicleta. Desde ese punto al lago Enol son poco más de once kilómetros de tortura y disfrute. Una vez arriba, los nostálgicos podrán llegar a la zona donde se ubica el final de las etapas ciclistas, o incluso llegar al lago Ercina. Simplemente hay que decidir hasta donde dura el juego. 

Información práctica: 

Inicio y final: Cangas de Onís

Distancia total: 119,2 km

Desnivel positivo total: 3.258m

Cómo llegar: A pesar de su carácter montañoso, Asturias cuenta con buenas comunicaciones e infraestructuras y es posible llegar con vehículo privado, tren a través de la red de Feve y avión, gracias al aeropuerto de Asturias en Santiago del Monte, que cada vez más cuenta con más oferta de destinos. Como alternativa, el aeropuerto de Santander puede ser otra buena opción. 

Dónde dormir: Hay muchos alojamientos en Cangas de Onís ya que se trata de una población con mucho tránsito turístico. Recomendamos la estancia en el Hotel Lagos Natura, muy céntrico y con un personal muy acostumbrado a la presencia de clientes ciclistas. En cualquier caso, en www.turismoasturias.es encontraréis toda la información y referencias necesarias.

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Muchas gracias a MMR, Turismo de Asturias y Gobik

* Puedes leer el reportaje completo en VOLATA#20.