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¿Y si intentamos cruzar los Pirineos en btt?

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Jordi Laparra | 29 Jun 2016

¿Y si intentamos cruzar los Pirineos en btt?

¿Y si intentamos cruzar los Pirineos en btt?

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Enlazar las pistas de pastoreo de la cordillera, saltar de valle en valle por los collados ciclables más altos, recorrer los viejos caminos y senderos que unían los pueblos pirenaicos, salir de Cadaqués, a orillas del Mediterráneo y llegar a Hondarribia, en el Cantábrico, cruzar los Pirineos en bici por caminos, pistas y senderos con los enlaces imprescindibles por carreteras locales y siendo lo máximo ciclable posible... ¿Lo intentamos? Esta fue la pregunta y los argumentos que nos planteamos con Alfons Valls a finales de los años ochenta para embarcarnos en el diseño de la ruta y la publicación de la guía "La travesía de los Pirineos en btt".

Eran otros tiempos, la bicicleta de montaña acababa de llegar a España con sus frenos cantiléver, bicicletas rígidas sin suspensión delantera, pedales de clip... Todo estaba por llegar, pero se abrió ante nosotros otra manera de acercarnos a la montaña, de recorrer nuestros Pirineos en unas bicicletas extraordinarias con las que podíamos recorrer pistas, caminos, senderos, huir del asfalto y jugar en la montaña.

En aquella época no se disponía de los medios actuales: no existían el GPS ni la cartografía digital, Internet ni la posibilidad de compartir rutas con desconocidos a través de la red, tan solo los mapas militares y algunos de la Editorial Alpina cartografiaban el Pirineo y permitían una aproximación al territorio donde poder imaginar la ruta y el camino de costa a costa. Fue así como, ya con nuestras flamantes bicis de aluminio —mi Klein traída de USA por nuestro gran amigo Xavier Fané y la MS Racing de Alfons—, nos lanzamos a la aventura de pedalear por los Pirineos a ritmo de libreta, anotando y dibujando el libro de ruta, fotografiando y hablando con la gente de los pueblos y caseríos para encontrar el mejor camino.


La filosofía inicial del viaje sigue aún vigente: autosuficiencia con equipaje ultraligero y aprovechar los alojamientos de los pueblos en los finales de etapa escogidos con el objetivo de disfrutar al máximo de la bicicleta en un terreno exigente físicamente. La guía se publicó en 1992 y, con los años, la ruta se popularizó y se convirtió en la Transpirenaica y en un viaje único.

Recientemente, juntamente con Lluís García y la Editorial Alpina, hemos publicado dos nuevas guías que actualizan la ruta ("GTPC: Gran Travessa del Pirineu Català en btt", y "GTPO: Gran Travesía del Pirineo Occidental en btt") en las que se recupera el espíritu inicial de la ruta: una travesía completa, de mar a mar, que recorre la vertiente sur de la cordillera lo más cerca posible de su eje axial pedaleando por todas las comarcas catalanas, aragonesas y navarras limítrofes con Francia y rodando por los sectores fronterizos con Andorra. El nuevo itinerario atraviesa por la Cerdaña y la Val d’Aran, zonas por las que no se pasaba en la travesía clásica. Recuperamos los porcentajes de tierra, pedaleando siempre que es posible por caminos, pistas y senderos. El resultado es una ruta de 1100 km, 31 000 m de desnivel positivo y 55 collados en 18 etapas con 9 etapas pedaleando por encima de los 2000 m y superando 13 collados que sobrepasan los 2000 m de altitud, una propuesta deportiva, moderna y actual.

La travesía nos permite recorrer espacios y reservas naturales: el Parque Natural del Cap de Creus y el Paraje de Interés Natural de la Albera, el Espacio de Interés Natural de la Alta Garrotxa, el Espacio de Interés Natural de Tossa Plana de Lles-Puigpedrós, el Parque Natural del Alt Pirineu, pasa por la zona de protección del Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici y por el Espacio Natural de Sant Joan de Toran en el tramo catalán. En el tramo aragonés pedaleamos en el entorno del Parque Natural de Posets-Maladeta, por la zona de protección del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido y accedemos a los magníficos miradores del cañón de Ordesa y del macizo del Monte Perdido en la sierra de las Cutas, recorremos el Parque Natural de los Valles Occidentales de Aragón y, ya a en Navarra, cruzamos la Selva de Irati, uno de los mayores bosques de haya y abeto de toda Europa.

Es fascinante la transformación del paisaje, que pasa de los olivos y alcornocales de las cotas bajas en el Empordà al exuberante verdor de los helechos y los hayedos de los valles navarros de la vertiente cantábrica y a los paisajes de alta montaña de las etapas centrales mientras nos deleitamos con los excepcionales miradores de la sierra y de sus cumbres. 

Pedaleamos de este a oeste con la luz del día, que nos permite disfrutar del paisaje y de la inmensidad del territorio desde los primeros kilómetros de cada etapa. La travesía nos hace desconectar durante días y saborear intensamente los atardeceres en cualquier rincón de entre las montañas. Se trata de una ruta con grandes sorpresas: pueblos abandonados, ermitas y romerías, puentes colgantes, castillos y torres medievales, patrimonio románico y Camino de Santiago, además de una gran variedad de oferta gastronómica a lo largo del viaje. 

Esta Nueva Transpirenaica, surgida a raíz de estas dos recientes guías, supone un nuevo reto para los amantes de las grandes rutas en btt y permite disfrutar de los grandiosos paisajes pirenaicos: sus valles, sus cumbres y sus gentes. Escoged vuestro ritmo, ajustad el itinerario a vuestras posibilidades y al objetivo final y ¡a rodar!

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La versión competitiva

La carrera Transpyr, cuya primera edición se celebró en 2010, nos ofrece la posibilidad de cruzar los Pirineos en tan solo siete duras y exigentes etapas, con salida en Roses y llegada a Hondarribia. Rodamos sin equipaje y a ritmo de competición, con avituallamientos y controles de paso. La ruta que sigue la Transpyr va más al sur, es más directa, se aleja notablemente del eje axial pirenaico y tiene una cota máxima inferior a los 2000 m de altitud pero que permite atravesar los Pirineos rápidamente, en algunos tramos por el Prepirineo, con abundantes tramos técnicos y evitando el asfalto. El alojamiento de la cada vez mayor caravana de participantes obliga a que los fines de etapa sean en poblaciones grandes con más servicios, como Camprodón, La Seu d’Urgell, El Pont de Suert, Aínsa, Jaca, Roncesvalles y Hondarribia. En 2013 nació la versión para bicicletas de carretera bajo el nombre de Tranpyr Road.

* Artículo publicado originalmente en el número 7 de la revista VOLATA, dedicado a los Pirineos.

 

 

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