¿Cómo ves el caso de Londres? Londres ha empezado a interesarse por las bicis cuando el uso de la bicicleta ha aumentado de hasta acercarse a los niveles holandeses y daneses. En Londres ir es bici es una solución práctica y mucho más barata que el transporte público. El número de ciclistas se ha convertido en una especie de bola de nieve y las políticas de movilidad, a diferencia de Oxford o Cambridge, han tenido que ponerse al día rápidamente. Es bueno que todo esto pase en Londres, porque allí es donde está el centro de poder, y si se pueden aplicar nuevas políticas de movilidad en Londres pueden ser posibles en cualquier otro lugar.
Sorprende saber que en 1930 habían ocho millones de ciclistas en el Reino Unido y que se fraguó una industria alrededor con marcas como Dunlop, Brooks y Raleigh, que luego se perdió. Eso es. En el documental quería explorar esa historia propia que la gente desconoce y también tratar las diferentes caras del ciclismo, por un lado, el problema del los desplazamientos diarios, y por el otro, los éxitos deportivos. Hay mucha gente con nombre que puede ayudar a que crezca el número de ciclistas y que no se asustan por estar comprometidos con campañas concretas o ser conscientes de su influencia pública.
En la cinta entrevistas al exciclista Chris Boardman, que está muy implicado con la seguridad vial. Chris es genial, porque su figura establece esa conexión entre el deporte y el uso de la bici en general, y es algo que no hace mucha gente. Normalmente la gente se preocupa por la parte deportiva y se centra en su área y ya está.
¿La política está comprometida con el ciclismo? Eso espero, no puede ser otra manera. Es el momento de estarlo. El gran cambio que puede suceder es que la bicicleta sea definitivamente considerada como un medio de transporte y haya una área de gobierno designada para ello. Ahora mismo la bici se considera como algo opcional y, si es opcional, no puede tener poder, mientras sí que hay políticas para coches, aviones y trenes. Sin embargo, hasta que eso no pase, espero que las cosas vayan mejorando.
Al final de la película uno tiene la sensación que invertir en una bici es lo mejor que puede hacer en la vida. Invertir en ciclismo es una gran cosa, es una situación win-win. Hay mucho desarrollo alrededor de la bicicletas que incluye tecnología y distintos usos de la bicicleta, como las cargo bikes, que creo que tienen un gran potencial industrial. Creo que es bueno para nuestro futuro.
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