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Dibujar para recordar: la experiencia en Kromvojoj de Steph Dietzel

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Texto de Olga Àbalos I Fotos de Jordi Rullo | 13 Dec 2024

Dibujar para recordar: la experiencia en Kromvojoj de Steph Dietzel

Dibujar para recordar: la experiencia en Kromvojoj de Steph Dietzel

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Hay tantas maneras de contar un reto de ciclismo de ultradistancia como personas participan en él. Para Steph Dietzel, una de las participantes de la edición 2024 de Kromvojoj, fue sin duda un reto físico que la puso al límite, pero también una oportunidad de regalarse un tiempo para pedalear en solitario, descubrir los Pirineos y documentar la experiencia a través del arte del sketching.

"Me siento muy afortunada de haberlo hecho. Fue una experiencia fantástica", comenta Steph Dietzel desde su casa en Arizona, donde pasa parte del año por motivos laborales. Han pasado ya algunos meses desde que terminó su participación en la pasada edición de Kromvojoj —popularmente conocida como la Kromvo— y todavía se le ilumina el rostro al recordarlo. "Ahora que lo puedo ver todo con una cierta perspectiva, creo que fue una experiencia que te permite reconectar contigo misma. Pasas mucho tiempo con tus pensamientos, administrando tus recursos y simplemente disfrutando del entorno. Me llevo recuerdos muy bonitos y una sensación de orgullo por haberlo hecho", comenta.

 

Su historia es una de las que el pasado mes de mayo se gestaron en la cuarta edición de este reto de ciclismo de larga distancia, que propone recorrer el perímetro del territorio catalán a lo largo de 1.385 km y 24.500 m de desnivel positivo acumulado, y 925 km con 16.400 m+ en su versión Redux, pensada para principiantes. El pasado 11 de mayo, aceptaron la aventura hasta setenta ciclistas, setenta historias que empezaban su camino.

Aquella Kromvojoj fue la segunda carrera de ultradistancia que Dietzel afrontaba, pero la inexperiencia en este caso no fue ningún impedimento para decir “sí” cuando se le presentó la oportunidad de participar; simplemente no se lo pensó demasiado. Se dejó guiar por el instinto y con la motivación de explorar no solo sus límites, sino también los paisajes de territorios desconocidos para ella. "En la primera que hice me lo pasé genial, y no la compararía con ninguna otra experiencia. Pero esta segunda fue simplemente maravillosa. Fue genial conocer al equipo de la organización. Fueron siempre muy amables respondiendo a todas mis preguntas sobre la inscripción, y si debía hacerlo o no... —recuerda—. Durante el recorrido, también me animaron mucho, con esa manera de hacer tan enfocada a crear comunidad. Tuve un par de momentos difíciles, porque no es algo fácil. Nunca había estado en esa parte del mundo. Había estado en Barcelona, pero solo en la ciudad, así que me encantó poder ver más las zonas rurales, conocer a la gente y llegar a los Pirineos, especialmente al pueblo con los murales. No tenía ni idea de que estaría en la ruta, así que fue una preciosa sorpresa".

Con las acuarelas a cuestas

La norteamericana se refiere al pueblo de la comarca de la Noguera, Penelles, que fue el Checkpoint 2 del Recorrido Redux, el que finalmente completó Dietzel. Con poco más de 450 habitantes, ese municipio es uno de los epicentros del muralismo y del arte urbano, algo que congenió a la perfección con su misión en esta Kromvojoj: durante los casi seis días que duró su aventura, Dietzel documentaba su experiencia con un cuaderno de sketchbooking en el que iba dibujando y pintando con acuarelas las cosas que le llamaban la atención. "Me gusta pintar. Es otro hobby que siempre había tenido cuando era pequeña, pero al que volví siendo adulta. Comencé a tomar clases de pintura y hacía dibujos con modelos humanos o trabajaba con un caballete en clase. Sin embargo, con la pandemia y quedándome en casa, era algo que ya no podía hacer, así que empecé a hacer más paisajes o simplemente a hacer mis bocetos mientras estaba fuera o paseaba —asegura—. Así que decidí combinar esto con el ciclismo: si iba en bicicleta a algún lugar, hacía un pequeño boceto del sitio. Fui construyendo mi kit de herramientas y buscando el cuaderno adecuado que pudiera llevar en la bolsa y los diferentes materiales que fueran rápidos de usar, pero efectivos".

Sin embargo, la ultradistancia ofrece unas condiciones totalmente diferentes, muchas veces extremas y poco controlables: "Ya, pero pensé que, aunque fuera en carreras, no tenía por qué cambiar mi forma de hacer esto —comenta—. No sé, podría hacer solo fotos con el móvil, pero no sería lo mismo. Con el papel, las cosas parecen más reales. Quizás el dibujo no sea tan preciso como una foto, pero creo que hacerlo hace que el recuerdo sea mucho más potente a nivel emocional y también el lugar donde hice el dibujo. Es reconfortante mirar hacia atrás y recordarlo de esa forma. Siempre habrá fotos, ya sean profesionales o algunas que yo misma haya tomado, pero esto es algo diferente".

Debut en la Pan Celtic Race

Y si Kromvojoj fue la segunda experiencia de ultradistancia oficial, ¿cuál fue la primera prueba en la que participó? "La Pan Celtic Race —responde casi de forma ingenua—. ¿Qué si debuté a lo grande? Sí, je, je, esa fue la primera que hice. Pensé que sería muy dura, pero al final resultó ser muy divertida. Consistía simplemente en despertarme por la mañana y saber que lo único que tenía que hacer era montar en bicicleta. ¡Y eso fue todo lo que hice! Lo disfruté muchísimo". Dietzel, que por entonces vivía en Londres, asegura que experiencias así, más allá de la condición física que uno tenga, se pueden equiparar a "meterte en tu burbuja" y reconectar con tus pensamientos.

"Recuerdo que fue en la línea de meta de la Pan Celtic Race donde conocí a Joan Carrillo, que estaba trabajando como voluntario. Me recibió a medianoche, y lo volví a ver a la mañana siguiente. Me dio un té, un pequeño tentempié, y simplemente charlamos. Ahí fue donde me invitó a participar en la Kromvojoj al año siguiente, ya que esa era la carrera en la que él estaba involucrado. También sabía que Lael Wilcox la había hecho un par de años antes, y cuando estuve con ella en el Komoot Women’s Rally de Montañas Vacías, le pregunté sobre su experiencia. Me dijo que era gente encantadora y que había tenido una gran experiencia".

En el próximo número de VOLATA#44 podrás leer el reportaje al completo.

Más información e inscripciones en Kromovojoj.cc