Tan solo saliéndose de lo que marca el guión es cuando se consiguen cosas extraordinarias y en esta Vuelta 2024 tan imprevisible adquiere una dimensión todavía mayor. Así llegó el liderato de Ben O'Connor en Yunquera y así ha llegado la victoria de Adam Yates en Granada. En ambas ocasiones, un denominador común: la valentía; y una buena dosis de fuerza y resistencia desde la fuga. El británico ha firmado una bonita exhibición bajo el sol abrasador de Sierra Nevada —la temperatura no ha bajado de los 35º— para lograr su segundo triunfo en una gran vuelta tras la etapa inaugural del Tour 2023 en Bilbao.
El esfuerzo ha sido agónico y el espectáculo, grandioso. Porque la jornada de hoy ha tenido todos los ingredientes para incrustarse en el imaginario colectivo como uno de esos días para retener en la memoria: actitud ofensiva, fatiga, estrategia, golpes morales, emoción… Ha sido en el primer paso por Hazallanas cuando Yates ha dado por válido el magnífico trabajo de Marc Soler y Jay Vine y se ha embarcado en una solitaria aventura de 60 kilómetros. “Nunca había sufrido tanto. Hacía muchísimo calor”, reconocía en el podio después de reclamar, extenuado, agua para rebajar la temperatura corporal.
Fotografía: Sprint Cycling
Fotografía: Naike Ereñozaga / Cxcling
Y mientras el de UAE, que se ha recompuesto tras el abandono de João Almeida por Covid, se mantenía constante y concentrado rozando el límite en las rampas de más del 14%, Richard Carapaz daba otra lección de pundonor y competitividad. Todo formaba parte de un plan, como ha confirmado el director del EF Education-Easy Post, Juanma Gárate, al micrófono de Juan Carlos García. El ecuatoriano ha atacado a 90 km de meta en El Purche, ha conectado con su compañero Darren Rafferty quien ha ejercido de puente entre ascensiones y se ha exprimido para reengancharse en la lucha por la general (3º).
Fotografía: Toni Baixauli / Cxcling
Fotografía: Toni Baixauli / Cxcling
Tanto Yates como Carapaz, e incluso David Gaudu (Groupama), han puesto por momentos en jaque la carrera y dejan una lectura muy clara: Decathlon AG2R va a jugar con sangre fría y Red Bull-BORA siembra dudas en cuanto a su capacidad para controlar. Esa escasez de efectivos en el grupo de favoritos alimenta los movimientos lejanos. Tampoco Primo Roglič ha atravesado su mejor día, incapaz de salir al cambio de ritmo de un Enric Mas que sigue mostrándose muy sólido y ha sido el mejor en la subida a Hazallanas.
Aún así, “no ha servido de nada”, aseguraba en meta después de un final traicionero para rodar en solitario y tras un susto tremendo en el descenso. El balear se aferra a finales en alto como Lagos de Covadonga para marcar diferencias en una general muy apretada. Mientras tanto, Ben O’Connor sonríe, araña 4” de bonificación, salva el primer matchball con solvencia demostrando su fortaleza en jornadas más diésel y viaja a Galicia con un suculento margen de 3’53”. Nada está escrito.