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El año de las falsas revoluciones

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Albert Rabadan | 11 Jan 2015

El año de las falsas revoluciones

El año de las falsas revoluciones

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En un ciclismo cada vez más irreconocible para los seguidores clásicos (nadie habría dicho hace cinco años, o menos, que el relato del deporte lo marcarían los delirios de un multimillonario ruso o los intereses de un magnate de la comunicación como la empresa Sky, que financian dos de los equipos más importantes del pelotón, Tinkoff-Saxo y Sky), pocas cosas pueden ya sorprender.

De hecho, las primeras noticias que iniciaban la rumorología sobre la temporada 2015 llegaron el pasado mes de octubre, cuando Oleg Tinkov hacía unas revolucionarias declaraciones en Cyclingnews.com ofreciendo un millón de euros de su banco de crédito Tinkoff a Alberto Contador, Chris Froome, Vincenzo Nibali y Nairo Quintana si corrían las tres grandes vueltas de tres semanas en la misma temporada.

Una propuesta que, viniendo de quien venía (del autor de "Internet is for porn and Twitter for fun", una plataforma en la que se ha dedicado sistemáticamente a criticar y jugar públicamente con los contratos de los corredores de su equipo y donde él mismo reconoce que escribe borracho) podría haber sido juzgada como una locura de alguien que se toma el deporte como un juguete. Sin embargo, en la situación actual del pelotón, generó un debate que duró semanas, consiguiendo reacciones de importantes mánagers de equipo como Dave Brailsford (Sky) y el siempre cometido Eusebio Unzué (Movistar) valorando el acierto estratégico de la idea, que acercaría el modelo del ciclismo al de deportes como la F1, donde los mejores siempre corren todas las carreras. 

El riesgo deportivo de la idea de Tinkov la hizo ser desestimada, aunque las medidas que se empiezan a rumorear para el futuro del deporte apuntan en esa dirección. La reducción de una semana de competición de la Vuelta a España ya está sobre la mesa de debate desde hace tiempo, y también la reestructuración del calendario internacional proyectada por la UCI tiene como objetivo hacer más fácil para las estrellas poder competir en todas las carreras sin necesidad de hacer heroícidades como las que hacía en su día Marino Lejarreta.

Por lo pronto, mientras todos los equipos del WorldTour empiezan a hacer sus presentaciones oficiales, los grandes nombres del pelotón ya dejan caer públicamente sus ambiciones para la temporada que en breve empezará, que se presenta más abierta tras un 2014 que rompió la dinámica de dominio del equipo Sky tras las victorias en el Tour de Francia de Bradley Wiggins y Chris Froome. Ahora el equipo Tinkoff-Saxo (que ha reclutado parte del cuerpo técnico del equipo británico, como es el caso de los entrenadores y directores Steven de Jongh, Bobby Julich y Sean Yates, los tres en la foto de abajo durante la concentración del equipo en Gran Canaria) centra gran parte de las miradas, y más tras el fichaje de la joya eslovaca Peter Sagan.

El ciclista estrella del conjunto de Tinkov, el madrileño Alberto Contador, ha anunciado que aspira al arriesgado doblete Giro de Italia-Tour de Francia, y lo está haciendo con una exposición poco habitual en él: haciendo una ronda de entrevistas en medios internacionales (The Telegraph, L'Équipe...) donde impone el relato de que se encuentra en el mejor punto de su carrera. El de Pinto, ahora residente en Lugano (Suiza), también explica que hará diversas concentraciones en altura a lo largo de la temporada, algo muy poco habitual en él desde hace poco. Todo evoluciona, y su caso no es una excepción.

Contador también ha vendido a Chris Froome como su principal adversario durante toda la temporada. El que tenía que ser el duelo estrella del pasado Tour de Francia y fue truncado por sendas caídas, se repetirá en la edición de 2015, donde destaca la ausencia casi total de kilómetros contrarreloj. Una circunstancia que llevó al británico de origen keniano a poner en duda su participación en la carrera, en lo que fue interpretado como un movimiento de desafío público al Tour por parte del equipo Sky, un peso pesado nuevo en esta siempre compleja geopolítica de los despachos ciclistas.

Junto a ellos estarán en las carreteras francesas el defensor del título, el siciliano Vicenzo Nibali, tras solucionar el embrollo cada vez más habitual que estuvo a punto de dejar su equipo, Astana, plagado de positivos, sin licencia en la máxima categoría. Y también la esperanza colombiana Nairo Quintana, totalmente en alza tras ganar el pasado Giro de Italia, en un cartel al que habrá que sumar contendientes como el catalán Joaquim Rodríguez, que volverá a la Grande Boucle al verse realmente favorecido por el recorrido tras un año lastrado por las caídas y la mala planificación.

Así que, a pesar de todos los vaivenes mediáticos que han marcado la pretemporada, nos espera un 2015 clásico en que los más grandes estarán en Francia. Porque ya se sabe que hay cosas que por mucho que se renueven las caras y los formatos, siempre siguen igual.