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El Giro llega a Italia

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| 07 May 2018

El Giro llega a Italia

El Giro llega a Italia

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Después de tres etapas iniciales por Israel, el Giro d’Italia llega a casa. Este lunes vive una jornada de descanso peculiar —después de solo tres etapas y que sirve para completar el traslado de Israel a Sicília— para encarar ya la primera semana de facto. En los primeros días, como era previsible, han pasado pocas cosas de las que destacan las dos victorias de etapa de un reivindicado Elia Viviani y la maglia rosa del australiano Rohan Denis. Todo esto cambiará a partir de mañana.

El paso por Sicilia se resume en una primera etapa rompepiernas —la del martes— con una rampa final de regalo que puede conllevar un cambio de líder y la etapa del Etna, el jueves. Ahí ya se verán los más fuertes de la general en una ascensión durísima de quince kilómetros y rampas de hasta el 14%. Para le fine settimana —sábado y domingo—, dos etapas más con final en alto ya en la península. La primera, un unipuerto con llegada al santuario de Montevergine di Mercogliano; la segunda, ya más difícil, con final al Gran Sasso d’Italia, un puerto larguísimo de 26,5 kilómetros. La ecuación que sale de sumar Italia, Giro y primera semana tiene un resultado previsible: peligro, trampas, sorpresas.

Fotografía © Paolo Martelli

 

En VOLATA 14 hemos entrevistado al exciclista profesional Silvio Martinello, actual comentarista técnico de la Rai al lado de Francesco Pancani. Martinello habla de todo lo que tenga relación con el ciclismo y lo hace con mirada crítica y atrevida. Con él, repasamos la situación actual del ciclismo en pista, lo que supuso para él el Vigorelli —protagonista del dosier central— y su relación con Cipollini (eso daría para un libro, pero sus respuestas al respecto bien valen perder un buen rato leyendo la entrevista).

Así, su trayectoria y su posición actual de comentarista le avalan. Habla de la salida del Giro en Israel —locuaz, con un “hablemos claro, han pillado mucho dinero”— y, al hilo de las últimas tendencias dentro del pelotón que a menudo ofrecen un ciclismo aburrido, le da una mirada profunda a lo que nos espera en estos días de Giro. Este es un fragmento de la entrevista que incluye algunas respuestas inéditas no publicadas en el papel.

Desarrollaste tu carrera profesional en los años ochenta y noventa. ¿Cómo confontas tu visión del ciclismo con el ciclismo actual en las retransmisiones?

A mí no me gusta decir aquello de en mi época todo era mejor porque es un tipo de comentario que no aporta nada. Pero esta tendencia de mostrar las etapas al completo y al tacticismo es muy peligroso para el ciclismo. Por ejemplo, el Tour de Francia siempre ha sido una carrera que en la que lo interesante empezaba en los últimos cincuenta kilómetros. He corrido el Tour y recuerdo que para poder entrar en la fuga de la mañana primero pasaban dos horas y pico de intentarlo para poder llegar. Ahora tenemos directos integrales, donde lo que pasa es que al primer intento de fuga, dejan que se forme y que cojan unos dos minutos. Y luego pasan horas y horas, mientras lo mira la gente, en las que hay esta lenta procesión en la que el pelotón consigue recuperar esos dos minutos. Todo esto no es bueno ni para el espectáculo ni para el ciclismo.>

¿A qué crees que es debido?

No sé si a una falta de coraggio de los directores deportivos. Hay una enorme igualdad entre los equipos; todos tienen la mejor preparación, el mejor material... Esto no significa que el ciclismo sea más fácil, conseguir estar en Tour sigue siendo muy difícil, pero parece que han desaparecido aquellas ocasiones espectaculares que antes se veían en las grandes vueltas. Por ejemplo, el año pasado Tour de Flandes y París-Roubaux fueron carreras muy bonitas, pero las grandes vueltas no, y llevan años con esta dinámica. Veremos ahora con la nueva regla de un corredor menos, pero el problema sigue estando ahí. 

¿Crees que ha influido la llegada del ciclismo anglosajón, con otra manera de correr?

Puede ser… no lo sé. Si miras al Team Sky, que es un poco el emblema de ese ciclismo, trabajan mucho el detalle. No necesitan grandes directores deportivos. Con todo el respeto hacia los que están ahí, pero la táctica sólo es una y la forma de correr es sólo una. Tienen todos los datos, deciden el ritmo al que quieren llevar la carrera, y ya está. Tú ves cuando suben un puerto que van a 400 o 450 vatios, puedes hacer un esprint durante 30 segundos pero saben que más allá de eso, ya no puedes ir, fisiológicamente es imposible, así que ellos tienen esa capacidad de seguir un ritmo que saben que van a aguantar y ya está. No sé qué se debería hacer para que el ciclismo saliera de esto.

¿Quitar el pinaganillo?

Podría ser una solución. Pero también les tendrías que quitar el Garmin. Yo fui de los primeros corredores en utilizar los ordenadores a bordo. Pero en el momento en que tú entrenas, memorizas tu cadencia y sabes cómo vas, no es necesario tener siempre la referencia de los vatios. Quizá para los corredores que ya han crecido con esta tecnología si se lo quitas después les desestabilizas pero los mayores ya saben cómo están en cada momento.

¿Te habías imaginado que el ciclismo llegara a ser algo tan global, con carreras por todo el mundo?

No, nunca me había imaginado este nivel de expansión. Pero también es verdad que es parte de una política de la UCI que lleva años intentando hacer. Que el ciclismo se expanda seguramente es algo bueno para los intereses del sector ya que ha permitido conocer realidades ciclistas más allá de las tradicionales, las europeas. Pero igualmente el ciclismo luego se basa siempre en las carreras de Europa. Ahora hay muchos problemas de calendario que ponen en dificultades a los equipos e incluso algunas carreras han tenido que cambiar de fechas, como lo tuvo que hacer La Vuelta, que se ha convertido en una especie de preparación para el Mundial.

La Vuelta también busca tener su propia personalidad, como el Tour tiene la suya y el Giro también.

Sí, pero no puedes hacer una gran vuelta poniendo la atención solo a un tipo de corredores. Porque si piensas en los velocistas… en este año 2018, es imposible para ellos. El Tour es imposible, la Vuelta, también. No sé cómo lo van a hacer la verdad… hay que encontrar un cierto equilibrio y que puedan participar todos los tipos de corredores.

¿Qué te parece la Grande Partenza del Giro en Israel?

Hablemos claro: han pillado mucho dinero. Esa ha sido la motivación principal por la que RCS ha querido sentar sus bases por aquella zona, donde también organiza el Tour de Abu Dabi. Esas dos carreras no tienen sentido a nivel técnico pero sí lo tienen económicamente.

 

Fotografía © Paolo Martelli