El Tour de Francia de 2014 descubrió a muchos telespectadores los encantos de Yorkshire. Sus carreteras estrechas y bordeadas por interminables muros de piedra seca guiaron a los participantes de la carrera ciclista más famosa del mundo por unos paisajes de postal. Sin duda, el paso del pelotón por los pintorescos pueblecitos de este condado inglés y los puertos de montaña abarrotados por miles y miles de espectadores son algunas de las imágenes más impactantes que dejó esa edición del Tour. Es fácil imaginar, pues, que los próximos Campeonatos del Mundo que se celebrarán a finales del próximo mes de septiembre, van a popularizar aún más estas carreteras. El testimonio de algunos locales constata que hace unos doce años muy poca gente ciclaba en el condado aunque, en nuestra reciente visita, nos encontramos con cientos de practicantes y con un gran ambiente ciclista.
El pasado mes de febrero visitamos Yorkshire para reconocer una de los recorridos del próximo Mundial de ciclismo en ruta. La marca de ropa técnica Gobik nos acompañó en este viaje (foto: Jack Chevell).
En La Fuga que os proponemos en el número 18 de VOLATA, hemos apostado dos recorridos que pretenden captar casi toda la variedad orográfica del condado. El primero, con salida desde Leeds, se basa en el que ocupará la prueba élite masculina en línea del próximo Mundial de Ciclismo, muy parecido a aquella primera etapa del Tour 2014, y el segundo es una ruta circular por Peak District, que discurre por el emblemático Holme Moss, el bullicioso alto de la segunda etapa de ese Tour. Nos centraremos en este post en la ruta con ecos mundialistas.
En Harrogate, ciudad turística famosa por sus baños termales, acaban todas las pruebas de las diferentes disciplinas y categorías del Mundial 2019. El recorrido es, sencillamente, rompedor. En los primeros 195 kilómetros de carrera, serpenteantes y en constante sube y baja, hay tres puertos de unos cinco kilómetros cada uno y con pendientes que llegan al 12%, entre ellos uno de los más duros del condado, el Buttertubs.
El circuito final, en Harrogate, consiste en siete vueltas de poco más de doce kilómetros con un perfil también rompe piernas. Como colofón, los últimos seiscientos metros de carrera son ascendentes, con una rampa de doscientos metros al 6% poco antes de llegar a la línea de meta. Fue justo en este punto, al salir de esta rampa, donde Cavendish se enganchó con Simon Gerrans y acabó por los suelos en la mencionada etapa del Tour. En total, 285 kilómetros con más de tres mil metros de desnivel positivo.
Alojarse en Harrogate: ¿campo o ciudad?
Al tratarse de una zona muy turística la oferta de alojamientos es amplia y variada aunque, justamente por esta afluencia de visitantes, no está de más reservar con antelación. Nuestras propuestas son las siguientes: la primera, The Yorkshire Hotel, un majestuoso edificio de estilo victoriano en pleno centro de Harrogate, dónde se puede ver la llegada del próximo Mundial de Ciclismo desde las habitaciones orientadas a Prospect Place. Un tres estrellas con habitaciones amplias y bien equipadas y desayuno cien por cien inglés, es decir, salchichas, alubias y pasteles. Está situado a escasos metros del pub The Coach and Horses.
El hotel The Yorkshire Hotel, la opción urbana para asistir al Mundial (foto izq.: Richard Whitey; der: Ricard Calmet)
La segunda opción es la que más nos gustó: Mill View Barns, en la pequeña localidad de Bishop Monkton y a unos quince kilómetros al norte de Harrogate. Se trata de dos graneros reconvertidos en aparthotel y orientados totalmente a alojar a ciclistas. Estan rodeado de campos y cada apartamento cuenta con dos habitaciones con camas dobles, almacén para las bicis, cocina completa, lavadora, secadora y una sala comedor con vistas relajantes. Desde Bishop Monkton se pueden iniciar muchas rutas hacia la zona de The Dales National Park.
El Mill Views Bank ofrece vistas a paisajes típicos del norte de Inglaterra (fotos: Ricard Calmet)
En general, los recursos para alojarse son varios y, además, para los que os animéis a recorrer las rutas de esta Fuga saliendo de Leeds y llegando a Harrogate os puede ser de utilidad saber que hay conexión de tren y bus entre las dos ciudades e infinidad de hoteles, bed&breakfast, etcétera.
Un circuito plagado de contrastes
Las condiciones metereológicas en Yorkshire son imprevisibles y ese es precisamente uno de los factores que habrá que tener en cuenta en el próximo Mundial, así como el tipo de asfalto típico de la zona, rugoso y pesado, que puede endurecer la competición. La lluvia y el viento lateral también pueden sin avisar, pero si el sol brilla, la experiencia de rodar por esas tierras puede ser excepcional y llena de contrastes: uno puede pasar de circular por zonas urbanas y pueblos de postal a no cruzarse con nadie durante kilómetros. Eso ocurre especialmente cuando nos adentramos en el Yorkshire Dales National Park, una zona natural de más de dos mil kilómetros cuadrados plagados de valles —los dales —que forman parte de la orografía de los Pennines, la cadena montañosa que va del norte de Inglaterra al sur de Escocia. Son valles de origen glacial, de relieve suave y roca caliza, dominados por multitud de campos de pasto de ovejas e infinidad de muros de piedra seca. Se calcula que, solamente en Yorkshire hay unos ocho mil kilómetros de ellos.
En VOLATA#18 podéis recuperar el resto de este reportaje. Fotografías a cargo de Jack Chevell y Ricard Calmet.
Info práctica
Cómo llegar: Yorkshire dispone de varios aeropuertos internacionales con vuelos regulares desde España. El más práctico es el de Leeds aunque Manchester y Liverpool son buenas alternativas.
Alojamiento: a parte de los establecimientos ya citados —www.millviewbarns.com y www.the-yorkshire.co.uk— en la zona hay muchísimas opciones. En www.yorkshire.com podéis encontrar muchas alternativas y recursos de todo tipo.
En ruta: para recuperar fuerzas durante el pedaleo por los dales, cafeterías populares entre los ciclistas de la zona como The Commute (Ilkley) y Bloomfield Square Coffee Shop (Otley) os cargarán las pilas.