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Joan Horrach: 'El gravel es ahora la disciplina más chula que hay'

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Robert Marcé | 10 Jan 2025

Joan Horrach: 'El gravel es ahora la disciplina más chula que hay'

Joan Horrach: 'El gravel es ahora la disciplina más chula que hay'

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Joan Horrach (Deià, Malllorca, 1974) empieza la conversación con VOLATA sin un objetivo claro para la temporada 2025 de gravel. Su idea era no competir más con la rueda gorda tras proclamarse, por sorpresa, Campeón del Mundo Master 50 el año pasado en Lovaina, territorio Flandes y ganar también durante el 2024 el Campeonato de España, Copa de España y todas las carreras en las que compitió de gravel en esa misma categoría. "Mi temporada ha sido excepcional. Más no puedo pedir. Tampoco he competido mucho”, comenta. 

El mallorquín compitió en el pasado Mundial sin demasiadas expectativas porque no pudo entrenar demasiado el pasado verano y, además, tuvo a su padre enfermo y no pudo prepararse como hubiera querido. “Yo mismo me hice una pequeña apuesta relacionada con mi padre: si todo iba bien bajaría de Bélgica a casa en bici después del Campeonato. Y va… y lo gano. Siempre digo que es el campeonato Master 50… así que, bueno… —asegura como quitándole importancia—, pero, bueno, hay que estar allí y este año éramos 250 en mi categoría”.

Horrach ganó y bajó en bicicleta hasta Barcelona. Luego viajó en barco hacia Mallorca y pedaleó desde el puerto de Palma hasta casa para sumar casi 1.400 km. “Estuvo muy guapo —recuerda—. De lo mejor que hice el año pasado en bicicleta. No estaba preparado, no tenía ropa, ni bolsa. La compré el lunes por la mañana antes de salir”.

© Gran Fondo Sierra de Alcaraz

A este ganador de etapa en el Giro d'Italia 2006, lo que más le gusta es “viajar en bicicleta, no competir”. Empezó a competir en la modalidad de gravel porque Dani Moreno y Alberto Losada le hablaron que en el 2022 habría un Mundial y decidió participar. Ganó su grupo de edad. “Ellos [Moreno y Losada] lo hicieron con los pros, pero yo no quería la categoría élite, porque sabia que no disfrutaría”. El recorrido en Lovaina 2024 era prácticamente todo llano y competían cuarenta belgas en Master 50, así que Horrach creía que le darían un palizón, pero el resultado fue otro: Tomi Misser quedó tercero y el mallorquín, primero, para convertirse por segunda vez en Campeón del Mundo. “Nos fue mejor que si hubiéramos competido en un recorrido de montaña”, ironiza. En el reconocimiento previo, Horrach vio “seis o siete puntos para atacar con un poco de subida, aunque no mucha. Se hizo muy duro. Yo ataqué en cada uno de los repechos que había porque era en los únicos sitios donde podía. El recorrido en Lovaina era precioso con unos bosques llenos de árboles para ir en bici que aquí no tenemos”.

Al mallorquín la experiencia le encantó ya que “el ambiente en el Mundial fue brutal. Nosotros, al salir el sábado y tener a las chicas pros con nosotros hubo mucha gente, pero nada comparado con lo que se vivió el domingo. Yo seguí la carrera porque tenia unos compañeros compitiendo y fue impresionante. El gravel no es futuro: es presente. Se trata de una de las modalidades más completas —asegura—. Yo haría kilometrajes más cortos. Creo que han igualado los kilómetros a la carretera y no tiene nada que ver. En el gravel te cansas más, es más pesado y con tres horas y media ya vas servido. Además, n el gravel, en muy pocos sitios puedes ir pegado a rueda, tienes que llevar una distancia prudencial. Hay que mirar bien donde comer y si tienes un pinchazo te lo tienes que reparar tú solo. Asi que si no tienes ningún fallo, ya tienes mucho ganado”.

Horrach consiguió una victoria en una etapa del Giro d'Italia 2006 vistiendo los colores del Illes Balears - Caisse d'Epargne (Foto: Cor Vos)

“Ahora mismo el gravel es, de largo, la disciplina ciclista más chula que hay. Hay qecidir el tipo de neumático, la presión, qué tipo de bicicleta hay que llevar y es un poco más de autosuficiencia… Pero aún se necesitan unos cuantos años más de adaptación, porque esto acaba de empezar. El primer Campeonato del Mundo en el 2022 fue un desastre, fue un test, una prueba. El segundo ya estuvo mejor y el de Lovaina, todavía mejor, con más gente en los cruces...”

Sin embargo, Horrach cree hay algunos aspectos que hay que revisar, como separar a los profesionales de los ciclistas Master. Que en una competición como el Mundial, todos los Master compitan un sábado y los profesionales, el domingo. “Los Masters son los que traemos dinero al negocio, es decir, pagamos la inscripción, el hotel… Y los pros, vienen, hacen la carrera y se van. En Lovaina, por ejemplo, los Master 50 corrimos el sábado con las féminas profesionales. Y el domingo, los Master más jóvenes —de cincuenta años hacia abajo—, con los pros masculinos. Hacer un maillot de cinco en cinco años demuestra que es un negocio, porque mucha más gente tiene posibilidad de subir al podio. A mi no me gusta todo esto. No apoyo que haya tantas clasificaciones, pero así es el negocio. En menos de cuatro años no creo que todo esto se arregle, es decir, poder hacer bien una parrilla de salida y que no venga Van der Poel cuando tú has hecho antes unas clasificatorias… Pero tienen un nombre y un caché", reflexiona el mallorquín.

"Creo también que los equipos WorldTour, igual que tienen un filial, un masculino y un femenino, deberían incorporar un equipo de gravel que serán corredores de carretera, pero cada equipo tendrá tres o ciclistas que harán las World Series o el Campeonato del Mundo”, prosigue.

Horrach recibe el maillot como primer clasificado en Master 50 en la pasada edición de la Copa de España de Gravel en Albacete (Foto: Gran Fondo Sierra de Alcaraz)

Una vez terminado aquel Campeonato del Mundo en Lovaina, Horrach reconoce que ha ido poco en bicicleta y ahora está muy relajado. Ha engordado lo que toca y asegura que no tiene ningún objetivo, pero a medida que va avanzando la conversación aparecen algunas novedades. “Este año me han ofrecido hacer la Cape Epic en mountain bike, pero todavía no lo tengo decidido. En octubre, también en Sudáfrica, empieza la Gravel Burn con siete etapas y quizá vaya solo. Al final necesito algunos objetivos, porque si no me quedaré atrofiado, aunque prometí no competir más. Mi mujer, que me entiende mucho, preferirá que vaya a competir para la tranquilidad mental, así que en breve sabré si lo necesito o no para vivir. Yo voy en bicicleta porque lo necesito. Si no tuviera el ciclismo o no lo pudiese practicar hacer seguramente me pondría enfermo”, concluye.