Este artículo fue publicado originalmente en el número 4 de nuestra revista.
En Londres se ha generado una cultura ciclista increíble, que se hace evidente con una tienda de bicis en cada esquina y las bicicletas apiladas en el exterior de las cafeterías y las inacabables corrientes de currantes tambaleándose camino al trabajo en los días soleados. Esto también significa que hay una comunidad grande y diversa de ciclistas de carretera que, cualquiera día, te los puedes encontrar rodando por esa rueda de hámster perpetua que es el Outer Circle [círculo exterior] de Regent's Park, el aparente epicentro de la escena ciclista de Londres.
Empezamos nuestra ruta aquí, en Regent's Park, que se inauguró en 1835 como parte de una serie de grandes obras arquitectónicas a lo largo del centro de Londres diseñadas por el arquitecto John Nash. Un vuelta de 4,3 km nos permite echar un vistazo a la escena ciclista londinense, pero mantén los ojos abiertos, ya que la posibilidad de avistamientos extraños de las jirafas es muy real cuando pasas por el zoológico. Respiramos profundamente esa tranquilidad relativa que ofrece Regent's Park mientras nos dirigimos en dirección al sur y nos metemos de cabeza en el caótico mundo de las calles del centro de Londres. Autobuses, taxis, gente de compras, turistas, bicitaxis y mucho más nos mantienen alerta, así que cruzamos Oxford Circus, bajamos por la calle Regents, atravesamos Piccadilly Circus y seguimos por Whitehall, el epicentro político del Reino Unido, ventilándonos muchos de los principales lugares de interés de Londres.
Los próximos kilómetros son tranquilos, así que vamos saliendo de la ciudad por la zona sur y pasamos por la magnífica universidad de Dulwich, donde podremos poner a prueba un poco las piernas en la corta subida que lleva hasta Crystal Palace. Desde ahí, nos adentramos en el extrarradio y comenzamos la escapada final de la zona urbana. Una vez pasada una doble rotonda en Shirley Road, subiremos por la colina de Addington Hills y saldremos de la ciudad en pleno descenso.
Quien esté familiarizado de alguna manera con la geografía de Londres y sus alrededores sabrá que está construida en la cuenca del río Támesis, un extenso terreno inundable que se extiende en todas direcciones y limita al norte y al sur con varias colinas. No las podemos considerar montañas pero, sin embargo, nos ofrecen un terreno ondulado de subidas y bajadas empinadas más propio de las clásicas de las Ardenas que de una etapa alpina. Entonces la ruta nos lleva más hacia el sur. Una vez superadas las rampas al 3% de Featherbed Lane, seguiremos serpenteamos a través de las estrechas callejuelas de la Inglaterra rural; un descenso placentero por Halliloo Valley Road y luego por la Worth Way nos llevará hasta la zona de Woldingham School; una subida suave a través de una carretera casi sin tráfico nos conducirá por las zonas más elevadas de las colinas de North Downs. A partir de aquí, se trata de dejarse descender hacia la autopista M25, que es la que marca de verdad hasta dónde llegan los confines de la gran ciudad de Londres.
Una vez cruzada la M25 y después de unos dos kilómetros, una pista agradable pero algo brusca y aguda llamada The Enterdent sale trepando de un pueblo muy pintoresco pero, ya que es probable que llegados a este punto se nos haya acabado un poco la gasolina y necesitemos disfrutar de las suaves pistas que nos llevarían de vuelta hacia la ciudad de Oxted, dejaremos que las piernas respiren un poco antes de afrontar lo que está por venir.
Rodando por Old Tilburstow Road giramos a la izquierda en el cruce del pub Fox & Hounds. Continuamos por la amable Harts Lane hasta conectar con la New Road. Al final de dicha carretera, tomamos el camino de la izquierda nuevo por Tandrige Lane. Después de cruzar el pueblo que da nombre a la carretera, una línea de setos que bordea el camino que lleva al puerto de Chalkpit oculta muy bien lo que viene a continuación, pero, en cuanto la carretera gira a la izquierda y pasamos Oxted y la pendiente empieza a mostrase, ya sabes que aquello ¡te va a quemar las piernas! Este pequeño mamón tiene una pendiente media del 12%, pero la diversión de verdad comienza a medida que pasas la curva en herradura y aparecen una rampas insolentes al 20%.
Siguiendo la línea montañosa hacia el este hay unas vistas increíbles. Cuando volvemos a pasar por las colinas de North Downs, un descenso rápido de unos siete kilómetros nos conduce a la pequeña ciudad de Westerham, donde hay unas cuantas cafeterías que están más que dispuestas a vender sus productos a los ciclistas y en las que puedes recuperar fuerzas con un café y un trozo de pastel, la dieta básica del cicloturista británico.
El camino sube de nuevo al salir de Westerham hacia el sur por el puesto de Goodley Stock Road. Rodando por las pistas estrechas y boscosas de la zona del Común de Crockham Hill, podremos poner a pruebas el manejo de nuestra bici, ya que la superficie de la carretera a ratos deja un poco que desear. A medida que la carretera continúa circulando hacia el sur hacia el pueblo de Four Elms se convierte básicamente en un terreno suave. Una vez giras hacia el norte, la carretera comienza a empinarse, muy lentamente al principio pero, antes de que te des cuenta, estarás inmerso en la subida a Toy's Hill. Con 2,6 kilómetros de longitud y una pendiente media del 7%, sobre el papel no suena a nada que sea legendario, pero este puerto ha hecho mella entre mucho ciclistas locales. El perfil de la subida es cada vez más pronunciado, así que la carretera se eleva hasta llegar a cuestas de más del 20% en el último tercio de la subida. Una vez conquistado, un par de kilómetros más nos llevarán sin esfuerzo a la pequeña cafetería comunitaria ubicada en la cima de Ide Hill, donde podremos disfrutar de otro merecido café y otro trozo de pastel mientras disfrutamos de las vistas desde su terraza.
Una vez que hayamos llenado los bidones, estemos hasta los topes de cafeína y hayamos reducido el dolor en las piernas, será el momento de empezar el viaje de regreso a Londres, aunque primero hay un par de pequeñas joyas que valen la pena experimentar en el camino.
A medida que bajamos a toda velocidad por Back Lane hacia Sevenoaks, tenemos que ir con cuidado con el centro resbaladizo de esta carretera, sobre todo si el firme parece un poco mojado. Por desgracia, el atajo a través Sevenoaks no es la ruta más bonita del mundo, pero, una vez superada, hay que mantenerse atento para no pasar de largo la verja que hay en un giro a la izquierda de Filson Lane. Lo que podría parecer un pequeño vertedero de basura es en realidad la puerta de entrada a un verdadero tesoro: pasamos a través de los escombros y vigilando de no pisar ningún cristal hasta llegar a una pista estrecha que nos conduce a través de árboles y un túnel. Cuando emergemos por el otro lado, una carretera con pavé, cerrada al tráfico, serpentea durante tres zigzags en miniatura antes de convertirse en una ascensión sostenida, recóndita y como medio enterrada bajo la vegetación silvestre y aparentemente escondida del resto del mundo. Se trata de la ascensión de Old Polhill.
Tomamos Otford Lane. Una serie de pistas para rodar bien que pasa por pueblos como Halstead, Knockhold y Cudham nos lleva a Biggin Hill, y posterior subida a Jewels Hill nos conduce a una de las ascensiones más famosas entre los ciclistas, Layhams Road, a la que accedemos después de girar a la derecha en un cruce justo antes de llegar a New Addington. Esta carretera, de unos cinco kilómetros, es como una autopista para los ciclistas que salen y entran a Londres. Bajamos unos cuantos piñones y disfrutamos de las curvas suaves de la carretera a medida que nos abrimos camino de nuevo a través del extrarradio londinense: West Wickham, Eden Park, Elmers Ends, Arneley... De vuelta a la urbe, hay todavía un par de pequeñas ascensiones que nos vaciarán los remanentes de energía de nuestras piernas. Cuando llegamos a Crystal Palace es como retroceder sobre nuestros pasos hacia el centro de Londres.
El recorrido terminará en uno de nuestros barrios favoritos, Camberwell, al que llegaremos por la calle Denmark Hill. Os recomendamos repostar con un delicioso wrap de falafel en el Falafel y Shawarma, un discreto y modesto restaurante, antes de disfrutar de una de las mejores tazas de café de Londres justo al otro lado, en la cafetería Daily Goods, o dejarse atrapar por la gran selección de cervezas en el pub Stormbird, en el 25 de Camberwell Church Street (London SE5 8TR).
FICHA TÉCNICA
Inicio: Londres, Regent's Park
Final: Londres, Camberwell
Distancia: 128 km
Desnivel positivo: 2040 m
Observaciones: Recorrido diseñado para disfrutar del Londres urbano pasando por algunos de sus lugares más conocidos y calles más céntricas y del Londres del sur rural, lleno de carreteras secundarias y pistas de típico asfalto rugoso sin mucho tráfico para olvidarse durante un tiempo de la obligatoriedad de circular por la izquierda.
SERVICIOS
Comer
Antes de salir a rodar podemos llenar las reservas con un desayuno en el Rapha Cycle Club del Soho (85 Brewer Street, London W1F 9ZN). Después de la ruta, no hay nada mejor que un bocadillo de falafel en el modesto restaurante Falafel y Shawarma (27 Church Street, Camberwell, SE5 8TR) del barrio de Camberwell, en el sur de la ciudad.
Dormir
Existen una gran cantidad de alojamientos disponibles en Londres para todos los presupuestos. Recomendamos el Church Street Hotel, que se encuentra al final de nuestra ruta.
Para reparar la bici
Vale la pena visitar a los chicos de Ciclo PS en Church Street en Camberwell. Son muy amables y muy fiables. Se ocupan de todas las bicicletas de nuestro equipo Sunday Chapee y suelen tener siempre piezas de repuesto en stock.
LOS PUERTOS
1 – Featherbed Lane
Longitud: 2,7 km
Pendiente media: 3,1%
Rampa máxima: 11%
2 – The Enterdent
Longitud: 0,7 km
Pendiente media: 8%
Rampa máxima: 16%
3 – Chalkpit Lane
Longitud: 1,1 km
Pendiente media: 11%
Rampa máxima: 26%
4 – Goodley Stock Road
Longitud: 2,1 km
Pendiente media: 4,1%
Rampa máxima: 16%