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La tierra no es plana. Paisajes del Tour 2018: de Fougères a Chartres

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Daniel Montfort | 13 Jul 2018

La tierra no es plana. Paisajes del Tour 2018: de Fougères a Chartres

La tierra no es plana. Paisajes del Tour 2018: de Fougères a Chartres

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Etapa de Fougères a Chartres, de monumento a monumento, del castillo medieval de piedra gris y marrón oscuro de esta ciudad que marca la frontera oriental de la Bretaña, a la catedral gótica de Chartres con su piedra clara caliza. No es anodina la mención al color de la piedra de los monumentos. En la etapa más larga de la edición 2018, de 231 km, los corredores cambiarán por completo de contexto geológico: del macizo armoricano en el que han transitado des del inicio del Tour, con sus granitos y sus esquistos, a la cuenca sedimentaria de París. Eso, en edades geológicas es como saltar de la invención de la bicicleta al doping mecánico.

 

 

 

Cuando el relieve no es tan accidentado como para tener taludes de carretera para explicarles la geología del lugar, esta se explica muy bien por las piedras de sillería de iglesias, casas y castillos. Si los ciclistas en carrera tienen el tiempo de fijarse en estas cosas, llegará un punto en el que las casas viejas de los pueblos de la Sarthe pasan a ser de una piedra más clara, calcárea, adiós al granito y sus primos de Armórica. Más o menos esa casa de piedra caliza coincidirá con el kilómetro donde se abandone el terreno más rompepiernas de la etapa. Desde ese punto hasta a Chartres todo será llano, entre campos de cereales, cruzando el granero de Francia, expuestos al viento y los abanicos. Esas etapas del tópico, las que hacen perder el tour.

 

 

La fuga, si haberla hayla, se habrá formado mucho antes, en el departamento de la Mayenne, en un terreno sube-baja entre prados y vacas, pasando no muy lejos de los puntos más elevados del oeste de Francia, en los llamados Alpes Mancelles, topónimo exageradísimo. En esas colinas que pueden tener tachuelas asfaltadas de uno o dos kilómetros. Las principales carreras ciclistas de la región, la Boucles de la Mayenne y el Circuit de la Sarthe, se resuelven ahí por un puñado de segundos. Pero en Chartres ya estaremos lejos de esos Alpes del oeste y se resolverá la etapa seguramente por menos de eso. Pero no por ser un esprint casi seguro no dejen de ver la etapa, ni que sea por la imagen de helicóptero de la impresionante catedral de Chartres mientras aparece sobreimprimida la clasificación general.