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Against Modern Cycling - Las 65 bicicletas de Battaglin en su regreso al acero

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Albert Rabadan | 01 Dec 2016

Against Modern Cycling - Las 65 bicicletas de Battaglin en su regreso al acero

Against Modern Cycling - Las 65 bicicletas de Battaglin en su regreso al acero

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El pasado 22 de julio cumplió 65 años el italiano Giovanni Battaglin, ex ciclista italiano que pasó a la historia por su doblete Giro-Vuelta en 1981 (o mejor dicho, Vuelta-Giro, pues por entonces la Vuelta era la primera de las grandes vueltas, disputada en abril), en los tiempos en que entre ambas carreras había... ¡solamente tres días! Además, aquella Vuelta a España, en la que se las tuvo que ver con Pedro Muñoz, protagonista de nuestro primer Against Modern Cycling, no contó con ninguna jornada de descanso. 

Quizá para reivindicar aquellos tiempos frente a este ciclismo moderno en el que parece que, a pesar de haber casi un mes de distancia entre grandes carreras, es imposible recuperarse –o solamente para celebrar su cumpleaños–, esta figura histórica del ciclismo ha decidido lanzar una línea de bicicletas de acero limitadas a 65 unidades personalizadas a través de su marca de fabricación de bicicletas que ya empezó a operar antes de su retirada.

Battaglin, siguiendo a Merckx en el Giro d'Italia de 1973. Foto: Eddy Merckx Frames

Battaglin vivió doce temporadas como ciclista profesional, en las que le costó cumplir las expectativas generadas por su victoria en el Giro amateur en 1972 y su tercer puesto en su debut en el Giro de Italia profesional 1973. Fue superado solamente por Eddy Merckx, que firmó aquel año el primer doblete Giro-Vuelta de la historia (y que solamente han podido el mismo Battaglin y Alberto Contador) y Felice Gimondi y tuvo que batallar con históricos como Luis Ocaña y José Manuel Fuente, al que años más tarde describió como “el mayor escalador con el que jamás me haya enfrentado”.

El italiano corrió en el Jolly Ceramica (1973-1977) hasta que Luciano Pezzi le rescató para el Fiorella-Mocassini (1978), cuando Battaglin se estaba planteando dejar el ciclismo por la falta de resultados. Posteriormente, acabó su carrera en el Inoxpram (1979-1984), donde debutaba como director un Davide Boifava que en el futuro se convertiría en el director de Marco Pantani en el Carrera. La marca de gafas de sol entró a patrocinar el mismo Inoxpram en el último año de trayectoria de nuestro protagonista, y durante varias temporadas utilizaron bicicletas Battaglin. Sobre una de ellas, el irlandés Stephen Roche firmó su irrepetible triple corona de Giro, Tour y Mundial el año 1987

 

Se cuenta que Battaglin fue siempre un obseso del material y del peso durante sus años de ciclista. En el Giro de Italia que ganó en 1981, Battaglin fue de menos a más: ganó la etapa 19, con final en San Vigilio di Marebbe y con paso por dos grandes puertos como Palade y Furcia, y gracias a esa victoria se puso segundo en la clasificación general. Pero, aún así, necesitaba un último golpe de efecto para superar al líder Silvano Contini y alejarse del gran favorito, Giuseppe Saronni, y del sueco Tommy Prim, con una crono final de 42 kilómetros por delante.

El día siguiente, la etapa finalizaba en las míticas Tres Cimas del Lavaredo y sus cuatro kilómetros a más del 10% de desnivel. Para ello, Battaglin usó una arma secreta que tenía preparada: una Pinarello especial para la escalada. El mecánico Elvio Borghetto, que según CycingWeekly sigue trabajando para Pinarello, montó un tercer plato de 36 dientes del grupo Campagnolo Victory al grupo habitual de 53/44 que montaba, corrigiendo el amplio espaciado entre pedales que provocaban los los grupos de triple plato Campagnolo del momento, que se llamaban Super Record, y que no gustaba a Battaglin. Efectivamente, la maglia rosa hizo los últimos del Lavaredo con mayor ligereza gracias a su plato pequeño y cogió una renta que le sirvió para afrontar con más garantías la crono final, donde salvó el liderato por 38 segundos sobre Prim y 50 sobre Saronni. 

 

Desde entonces, el material ha cambiado mucho. “Un cuadro sin horquilla pesaba unos 2,3kg por entonces, ¡y ahora los estamos fabricando de unos 900 gramos!”, recordaba Battaglin en 2002 a Cyclingnews. Sin embargo, el italiano ha querido hacer una vuelta a los orígenes recientemente. Si en 1996 dejó de fabricar bicicletas de acero para experimentar con materiales más ligeros como el carbono y el aluminio, en 2014 volvió al acero con la línea “Officina”, hechas artesanalmente y con la garantía que, ellos llaman, del millón de millas, refiriéndose a su resistencia.

“¿Realmente es el peso es lo que más nos debe preocupar de una bicicleta?”, se pregunta ahora Battaglin, que ha demostrado con esta línea de su 65 aniversario su apuesta por el acero, tan alejado del ciclismo moderno al que Battaglin no está totalmente ligado, ni siquiera familiarmente a pesar de una confusión habitual. Giovanni nació en el municipio de Marostica, en el Véneto, de apenas 14.000 habitantes, pero, aunque parezca mentira no tiene ningún parentesco familiar con el actual ciclista de LottoNL-Jumbo y doble vencedor de etapa en el Giro, Enrico Battaglin, que también es natal de Marostica. Al parecer, es un apellido muy común en la zona. Así pues, su legado no queda con hijos en la carretera sino en bellas bicicletas como las que ilustran este artículo.