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Against Modern Cycling - Motobécane de Pedro Muñoz

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Albert Rabadan / Bernat Manzano | 21 Dec 2015

Against Modern Cycling - Motobécane de Pedro Muñoz

Against Modern Cycling - Motobécane de Pedro Muñoz

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Muchos nos habéis comentado que VOLATA es una revista de ciclismo dónde...¡no aparecen bicicletas! Sirva esta nueva aventura en nuestro blog como disculpa adelantada por no mostraros los últimos modelos de carbono con cambios electrónicos... ya hay publicaciones que lo hacen; y además, muy bien.

Nosotros iniciamos esta sección, Against Modern Cycling, que tiene como objetivo rescatar pedacitos de memorias de antaño, de aquellas que dificilmente se repetirán: a través de bicis históricas, recordar azañas épicas, corredores contracorriente y pruebas de que el ciclismo moderno no se parece demasiado a lo que un día fue.

De la mano de Antique Cicles, pequeña tienda situada en el barrio de El Clot de Barcelona, os presentamos para empezar esta preciosa Motobécane, bicicleta de fabricación francesa que en 1988 perteneció a a Pedro Muñoz, el corredor asturiano del equipo Fagor-MBK. Bonitos detalles los que tiene, como el portadorsal soldado en el tubo superior.

Si bien 1988 no fue el mejor año de la carrera Muñoz, con el mismo equipo Fagor sí consiguió uno de sus hitos más importantes, el maillot de la montaña en el Giro d'Italia de 1986, donde también ganó una etapa (en la parte metálica del manillar de la bicicleta hay un recuerdo a la carrera italiana por el modelo de la marca del manillar), junto a su segunda posición en la Vuelta a España de 1981 tras Giovanni Battaglin, entonces en las filas del Zor-Helios-Novostil.

Fagor fue la primera –y única– experiencia del escalador afincado desde joven en Catalunya fuera del territorio estatal, aunque el equipo realmente tenía un pie en Francia y otro en España. Y es que el nuevo Fagor (antes hubo un equipo español con dicho patrocinador entre 1966 y 1969) nació de la ambición de Agustín Mondragón de hacerse lugar en el mercado francés aprovechando que España estaba cerca de entrar en el mercado común europeo.

 

Muñoz fue el líder del renacido Fagor por insistencia de Luis Ocaña, que se lo llevó al nuevo equipo que Mondragón formó con su ex-ciclista al mando desde el Teka, donde el ganador del Tour de Francia de 1973 acababa de debutar en la dirección.

“Ocaña creía en Pedro Muñoz como creía en sí mismo, porque le veía como un marginado por el ciclismo oficial mediocre de España, porque era frío y callado, no muy querido por los colegas, y encima era capaz de enfrentarse a Revuelta [Santiago Revuelta, gerente del equipo Teka], hablar alto ante él”, resume Carlos Arribas en la biografía del conquense publicada por Cultura Ciclista.

Sin embargo, Muñoz no logró mejorar nunca el octavo puesto en el Tour que había conseguido en 1984. Los dos primeros años en Fagor los hizo subido a una Zeus, cumpliendo así el primer contrato que el dirigente de la importante cooperativa vasca había firmado en la creación del equipo, pero en los tres años restantes del equipo entró en el patrocinio la francesa Motobécane, curiosamente la misma marca con la que Ocaña ganó el Tour corriendo por el Bic francés.

Pero eso ya no lo pudo vivir un Ocaña que fue despedido a finales de primer año por el mal rendimiento del equipo y por su cada vez más difícil actitud, protagonizando escenas como golpes en marcha al coche Reynolds del entonces joven José Miguel Echávarri, acusándole de engañar al ciclismo al ayudar a sus ciclistas a volver al pelotón tras averías llevándole a la estela del vehículo.

Los tiempos estaban cambiando, de un ciclismo más dramático y bélico que había vivido el de Mont-de-Marsan como corredor, a un deporte más parecido al que conocemos ahora.