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Esperando al Mortirolo, el 'tappone' del Giro 2019

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Texto y fotos: Carlos Moreno Narrillos | 27 May 2019

Esperando al Mortirolo, el 'tappone' del Giro 2019

Esperando al Mortirolo, el 'tappone' del Giro 2019

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¿Cuántas veces viendo el Giro por televisión no hemos pensado, ¡qué paisajes más alucinantes, qué bonito sería poder recorrer Italia en bicicleta!? Tengo la fortuna de que esa ocasión se me presentó gracias a un Erasmus en Milán y que he podido disfrutarlos finalmente. Así, el pasado 16 de mayo emprendí mi marcha desde Lecco, donde he establecido mi base temporal, para reconocer la primera parte de la que estaba llamada a ser la etapa reina de este Giro 2019, la decimosexta, prevista entre Lovere y Ponte di Legno y que inicialmente debía transitar por la cima Coppi de esta edición, el Gavia.

Finalmente la carrera no tomará este camino, el cartel sigue en rojo: "passo Gavia chiuso"

Sin embargo el pasado 25 de mayo se confirmaba la mala noticia: es imposible pasar por la cima alpina debido al excesivo el riesgo de aludes. Y, ante las previsiones meteorológicas, no quieren repetir la locura del aquel Giro de 1988. El Tappone de este Giro ve cercenado parte de su recorrido quedándose en finalmente 194km y en una etapa algo descafeinada.

¿Descafeinada? ¿Seguro?

A todos los aficionados nos hubiera gustado poder disfrutar de la ruta original y ver pasar a los corredores entre las paredes de nieve y hielo de hasta doce metros de altitud, pero una etapa que incluye el Mortirolo siempre merece ser tenida muy en cuenta. Con el cambio, la organización podría haber endurecido la etapa y añadir más distancia, pero se ha optado por una ruta alternativa que, a pesar de ser de menos kilómetros, mantiene el mismo desnivel acumulado positivo. Además, al Mazzo di Valtellina no se llegará con las piernas enteras: a la fatiga estos últimos cuatro días de etapas de montaña habrá que sumarle cuatro puertos de desgaste y más de 150km. Precisamente en estas lineas nos ocupamos de esas cimas previas al Mortirolo: Passo della Presolana, Croce di Salven, Cevo y Aprica.

'Tornanti' cerca de la cima de la Presolana

Después de atravesar los valles Bergamascos, llegamos a a localidad de Clusone —parte de este recorrido se podría haber ahorrado partiendo desde Bérgamo—, donde empalmamos con el percorso de la etapa. Ahí inicia el primer puerto del día, el Passo della Presolana: 11 km de subida por buena carretera, en general, y con una media del 6%. A pesar de la dureza, este puerto no otorgará puntos para la maglia azzurra. Cosas del Giro.

Bajada del Passo della Presolana es técnica en su inicio. Aunque el cuerpo nos lo pida, no hay que distraerse con el paisaje

Después de una bajada bastante rápida, con cambios de asfalto, galerías y vistas espectaculares, se llega al fondo del Valle di Scalve, donde, sin un metro llano de por medio comienza la Croce di Salven, ya en la provicia de Brescia, con unos primeros 3 km muy duros. Con una media del 8% y una carretera que agarra, podría ser un buen lugar para que alguien importante se filtrase en la fuga —si es que ya se ha formado— aprovechando la bajada, técnica en su inicio, y el comienzo tan duro del puerto. Después de Dosso, la carretera se vuelve prácticamente llana, ganando un poco de inclinación solamente en la parte final. Durante toda esta parte de la subida se puede disfutar del paisaje del valle desde una perspectiva opuesta a la de la bajada.

Después de Dosso, la carretera se vuelve más amable

Contemplamos la ladera por la que hemos descendido hace unos minutos

Una vez superado la Croce di Salven, en la bajada, con una carretera muy buena, aparecerán una serie de tornanti después de Borno que nos llevan de nuevo al Valle del río Oglio, donde también se encuentra Lóvere, ciudad de salida de la etapa. Aquí, los picos de 2500 metros que flanqueaban nuestra marcha van tornándose en tresmiles que, para cuando lleguemos a Edolo, habrán sobrepasado incluso los 3500 m. Si el tiempo respeta, el helicóptero podrá obtener bellísimos planos mientras los ciclistas ruedan por el valle en una carretera que siempre va picando para arriba.

En Italia, el ciclismo es religión

Balcones, parcelas, restaurantes… Pueblos enteros decorados para recibir a la corsa rosa

Comienza nuestra andadura por el Valle del Oglio

El río siempre queda a nuestra izquierda, las montañas más imponentes, a 'destra'

Como consecuencia del cambio de recorrido, se ha incluido la subida a Cevo, reduciendo la longitud del falso llano que lleva a Edolo. Al no estar previsto cuando quien suscribe este texto realizó esta ruta, no podemos aportar una descripción de primera mano. Sin embargo sí que podemos dar detalles de la subida a Aprica. Sin ser demasiado dura, esas cuestas han visto ganar a algunos de los mejores escaladores de cada generación: Scarponi, Landa, Pantani… Un puerto propicio para desfallecimientos —que se lo digan a Miguel Indurain—, aunque en esta ocasión ese daño colateral será transferido al tramo entre el final del Coloso y Ponte di Legno.

Edolo con el Adamello al fondo

Para quienes practicamos el ciclismo por diversión y no para batir marcas, Aprica es un puerto muy agradecido, ya que puede superarse sin sufrimientos por porcentajes imposibles (un cómodo 3% de media). Una subida para, una vez más, disfrutar del paisaje que dejamos tras nosotros, como Edolo y el macizo del Adamello, así como del que se abre ante nuestros ojos. Al llegar a la cima, tras 14 km de ascenso, abandonamos la provincia de Brescia y entramos en Sondrio.

El sol intenta salir a nuestro encuentro en Aprica

La cima de Aprica, el último puerto antes del Mortirolo, está cerca

La bajada final conduce hasta la estación que se encuentra en el fondo del valle, junto al río Adda. La pendiente es algo mayor pero no hay apenas curvas pronunciadas en la misma, concatenándose perfectamente el resto y permitiéndonos disfrutar sobre la bici. En esos pocos giros aparecen bellos miradores en los que merece la pena detenerse para, simplemente, admirar el paisaje: son los Alpes en su máximo esplendor.

Una de las pocas curvas cerradas del descenso del Aprica

Tras toda una jornada sobre la bici bien completa, que incluye paradas, refrigerios y fotos, es momento de volver a casa. El Mortirolo puede esperar. Para ser precisos, hasta que lo veamos en la retrasmisón televisiva de la etapa 16 de este Giro d'Italia.