Tour de Francia 2024: 'you're a f******, Jonas'

Después de que finalizara esta décimoprimera etapa, el Tour de Francia compartía un dato que ayuda a poner en contexto lo que estamos viviendo estos años: este final tan ajustado en Le Lioran que hemos vivido hoy es la octava vez que Tadej Pogačar y Jonas Vingegaard se disputan una etapa en el Tour de Francia. Es un dato que confirma de nuevo que estamos asistiendo a una de esas rivalidades que pasarán a los libros de historia de este deporte: Indurain-Rominger, Hinault-LeMond, Coppi-Bartali...

Esta vez ha sido el siempre correoso e imprevisible Macizo Central, ese peaje que hay que pasar para llegar a los Pirineos desde el norte, el escenario en el que hemos asistido a un nuevo desenlace espectacular entre dos de los grandes dominadores del ciclismo moderno. Esta vez la balanza se ha decantado hacia el lado de Vingegaard, que ha ganado la etapa con un esprint muy ajustado con Pogačar, un final para nada previsible. Si en las jornadas anteriores una de las conclusiones que podíamos sacar es que el corredor del Visma sí que parecía preparado para disputar el Tour, en la etapa de hoy ya podemos afirmar que el danés no solamente está y se le espera, sino que ya está disfrutando de la fiesta y ha empezado a pedirse la primera ronda.

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Con sangre fría y gestionando muy bien sus fuerzas, ha conseguido limar poco a poco la diferencia que de hasta 30 segundos que había logrado Pogačar con un ataque marca de la casa en el Puy Mary-Pas de Peyrol a 30 km de meta. Primero en el Col de Pertús, donde ha dejado de rueda a Roglič y Evenepoel, y finalmente en el Col de Font de Cère, en el que ha atrapado al esloveno justo en el momento de coronar. Entonces quedaban tan solo 8 km para el final. “You’re a fucking legend, you close the gap”, le decían desde la radio al danés, casi recreando aquel "This is legendary, Jonas!", que le repetían por el pinganillo en la contrarreloj en Combloux con la que consiguió distanciar a Pogačar y ganar el Tour de Francia 2023.

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Aún no sabemos hasta qué punto la etapa de hoy será “legendaria”, porque aún quedan diez jornadas y con los Pirineos aún por superar, pero sí que ha supuesto un punto de inflexión en este Tour, que ya se juega sobre el asfalto y también delante de los micrófonos y las redes sociales. Vingegaard ha demostrado que, ejem, sí tiene balls; Pogačar, que es más humano de lo que parece; Evenepoel, que está cumpliendo de sobras con las expectativas y Roglic, que sigue siendo un rival a tener en cuenta. “No he perdido una batalla psicológica. Yo le derroté en la primera subida y después él me atrapó en la segunda. Estamos muy igualados”, comentaba el esloveno tras la etapa, en la que reconocía haber cometido errores. “En la previa del Tour de Francia, tenía muchas dudas y ni siquiera soñaba con ganar una etapa. Ahora mismo, creo que puedo ganar el Tour de Francia”, declaró posteriormente Vingegaard en la entrevista previa al podio. Y pensar que hace tres meses estaba postrado en una cama de hospital...

Fotos: ASO