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Tour de Francia Femenino, etapa 7: El destino era cambiar de plan

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Olga Àbalos | 18 Aug 2024

Tour de Francia Femenino, etapa 7: El destino era cambiar de plan

Tour de Francia Femenino, etapa 7: El destino era cambiar de plan

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La historia de Justine Ghekiere está plagada de casualidades o quizás de guiños del destino. Empezó a hacer ciclismo durante la pandemia gracias a la plataforma de entrenamiento indoor Zwift. Participó en algunas competiciones de ciclismo y pronto los números que conseguía mover llamaron la atención de algunos equipos. En 2021 fichó por el Continental Bingoal Casino y en 2023, por el AG Insurance. En su corta carrera como ciclista profesional, hasta ahora había conseguido meritorios puestos y algunas clasificaciones secundarias, como el maillot de la montaña en el pasado Giro d’Italia, pero lo de hoy en el Tour de Francia femenino ha superado cualquiera de las expectativas que hubiera tenido. A sus veintiocho años ha logrado su segunda victoria profesional, la primera del World Tour. Y lo ha hecho vistiendo el maillot a lunares de la montaña, una clasificación que casi se ha asegurado.

 

Si el ciclismo se cruzó en su vida por casualidad, se da la circunstancia de que Ghekiere no tenía en sus planes correr el Tour, ya que su plaza la tenía que haber ocupado, Ashleigh Moolman Pasio, baja de última hora por no estar de todo recuperada de su caída en la pasada Volta a Catalunya. “Siento que todavía estoy soñando”, espetaba la belga cuando han empezado a aparecerle micrófonos delante. Como para no estar soñando. Ghekiere ha ganado la primera de las dos etapas alpinas de este Tour al más puro estilo escalador, estado ya de primeras en la escapada del día, donde también estaba su compañera Julie Van de Velde, que ha trabajado muchos kilómetros para que la fuga tuviera posibilidades de llegar, y protagonizando una cabalgada en solitario en los últimos 13 km. En total, 87 km escapada que le han valido la victoria y consolidar el maillot de la montaña.

“El plan del equipo era estar en las fugas para defender el maillot de la montaña, no pensábamos en ganar la etapa, pero cuando he visto que podía ganar, lo he dado todo”, confesaba la belga. De nuevo, el destino tenía otros planes para ella Por detrás, otro mundo. En el pelotón principal, Demi Vollering iba lanzando hachazos cuando la carretera se empinaba para probar una y otra vez a Kasia Niewiadoma, que respondía solventemente. Es lo que tenía que hacer la neerlandesa, a la que se le están acabando las oportunidades para remontar en la general y, al menos, subir al podio. Pero ninguno de esos ataques fue definitivo, casi como si estuviera jugando a un juego mental contra la polaca.

En la octava etapa se mostrarán todas las cartas. “No espero otra cosa que una gran batalla”, decía Niewiadoma, muy convencida de poder defender el amarillo. Mientras, unos mecánicos trabajan a contrarreloj para que Ghekiere tenga una bici a conjunto. “Tengo muchas ganas de correr la última etapa del Tour, en el Alpe d’Huez, con esta bici con los polca dots, y vestida con este maillot”. Para seguir soñando en blanco y rojo.