Etapa de media montaña, sobre todo en su último tercio, con dos subidas que deberían seleccionar el grupo antes del ascenso final, corto pero durísimo a la Côte de la Croix Neuve, una vieja conocida de los aficionados al ciclismo. Otra etapa en la que se hace difícil pronosticar si la victoria llegará de la mano de la escapada o se la jugarán los hombres que luchan por la general.
Apuesta conservadora: Alejandro Valverde
Apuesta arriesgada: Adam Yates
Siempre que el Tour u otra carrera importante llega al aeródromo de Mende, y lo hace bastante a menudo, se recuerda a la ONCE y la etapa de 1995. Ese 14 de julio el equipo dirigido por Manolo Saiz puso en verdaderos apuros a Miguel Indurain con una escapada con Mauri, Stephens y Jalabert. Este último llegó a ser líder virtual de la carrera, pero al final Banesto halló aliados y la sangre no llegó al río. Esta vez llegan a Mende desde el oeste y, si ayer cruzaron en perpendicular el Tarn, hoy lo remontarán durante muchos kilómetros, desde Saint-Rome-de-Tarn a Sainte-Énimie. Esto significa que pasarán por debajo del colosal viaducto de Millau, proyectado por el prestigioso ingeniero Michel Virlogeux y rematado formal y estéticamente por el famoso arquitecto Norman Foster. Los calificativos aplicados a uno y a otro no son arbitrarios. En el momento de su inauguración, en 2004, el viaducto de Millau se convirtió en el puente más alto del mundo si se toma como referencia la altura estructural, es decir la distancia vertical máxima desde el punto superior —por ejemplo, la parte más elevada de las pilonas o torres—, hasta el punto visible más bajo, donde sus estribos emergen de la superficie. Ostentó esta condición durante casi ocho años, hasta la inauguración a comienzos de 2012 del Puente Baluarte mexicano, entre los estados de Durango y Sinaloa. El viaducto de Millau es una obra decisiva en el corredor de comunicaciones que traviesa la región de norte a sur, una de las zonas más campesinas de Francia y alejadas de las grandes ciudades, aunque en los últimos años ha conseguido detener el golpe del éxodo rural. Lozère, el departamento por el que transcurre la segunda mitad de etapa, es el menos poblado de Francia, y Mende es su capital y principal localidad con solamente 12.000 habitantes. Para hacerse una idea, la capital de provincia española con menos población, Teruel, triplica estos datos. Parafraseando el lema que popularizó hace unos años la provincia aragonesa, Mende existe… al menos para el Tour. |