Iván García Cortina (Gijón, 1995) es un culo inquieto, un corredor feliz por lo que hace con un sueño por encima del resto, ganar la París-Roubaix. El asturiano vive desde hace un mes confinado entre montañas, en su casa de Andorra. “Me subo por las paredes, todo el día estoy en el rodillo pero, aún así, siento que algo me falta, no tengo esa sensación de libertad”, reconoce. La pandemia del coronavirus ha afectado, como no podía ser de otro modo, también al ciclismo y en VOLATA lo analizamos con un ciclista profesional, un preparador físico, un director deportivo y un cardiólogo. ¿Cómo se entrena sin competición?
Lee la segunda parte de este reportaje: "Vamos a llegar bien al Tour", Patxi Vila (Movistar Team)
El inicio de temporada de Iván García Cortina era ilusionante con su primera victoria World Tour —la segunda como profesional— en la París Niza y un segundo puesto en la quinta etapa. Sin embargo, su magnífico estado de forma se paró en seco con el confinamiento. “Esto afecta al nivel deportivo, sin entrenar fuera, ya que haces menos horas que siempre, comes mucho habitualmente y la forma se va perdiendo. Son las dos cosas que peor se llevan”, comenta. La alimentación, en estos casos de encierro, es fundamental para no perder la forma. Al estar más horas en casa, se tiene la costumbre de ingerir algún que otro caprichito. El joven corredor apunta que está comiendo todos los días normal, pero “el gasto calórico es menor, entonces la ingesta de calorías es más alta de lo que deberías, pero hay que llevarlo como se pueda —señala—. De momento, he engordado un kilo y medio o dos, no creo que suba más, aunque es difícil para alguien como yo, que cojo peso muy rápido. Es una cuestión muy complicada, a no ser que estés horas y horas entrenando”.
Las plataformas de entrenamiento online se han convertido en una buena manera de hacer las sesiones de rodillo más amenas (Foto: Iván García Cortina).
Más trabajo mental que físico
Los preparadores físicos y los directores técnicos le han tenido que dar la vuelta a la libreta para adaptar un deporte que vive al aire libre reubicado ahora en espacios cerrados. El rodillo ha pasado a ser una herramienta central, aplicaciones como Zwift o Bkool son el estímulo —la zanahoria que motiva los ciclistas—, y las charlas sobre el ciclismo y la vida han vuelto para ayudar a desengrasar la mente. Y la empatía. Para Patxi Vila, nuevo miembro del cuerpo técnico del Movistar Team, este es un aspecto fundamental para mantener el rendimiento del ciclista en estos tiempos. “Interpretar lo que siente, para entenderle mejor. Yo entreno exactamente lo que hacen mis corredores. Tienes un papel de psicólogo porque tenemos muchas cosas que hacer. No solo a nivel deportivo. Mantenemos muchas conversaciones internamente para el futuro del equipo, que son interesantes. Intento ser optimista en la vida”, reflexiona.
Patxi Vila, que este año se estrena como preparador deportivo del Movistar Team, comentó la importancia de encontrar el balance en los entrenamientos confinados
En el Bahrain-McLaren, el equipo de Cortina, la dirección juega un papel esencial para calmar y tranquilizar a los corredores. Mantienen llamadas semanales entre la dirección y el staff y se trasmite esa comunicación al corredor. “El mensaje que más se ha trasladado es el de explicar claramente que, en estos momentos, estamos todos juntos”, destaca Aritz Arberas, uno de los cuatro entrenadores del equipo. Y prosigue, “que es una situación completamente extraordinaria. Y que es difícil predecir cualquier cosa. A todos nos han asegurado que estemos tranquilos, que intentemos continuar con nuestra dinámica de trabajo, dentro de las posibilidades, y hacer las cosas lo mejor posible”. ¿Y cómo se trabaja para mantener la forma de los corredores? Arberas destaca que plantean los días en dos o tres sesiones de rodillo: otros días realizan gimnasio con pesas y diferentes ejercicios, sobre todo, el tren inferior. La tercera vertiente de esta tarea física es “trabajar más toda la cuestión de la movilidad (core), de estiramientos, junto con la ayuda de los fisioterapeutas, para coordinar la respiración con el movimiento”. Y es que el trabajo de coordinación resulta fundamental ya que ponen el corredor en contacto con el fisioterapeuta y con la nutricionista.
Iván García Cortina entrenando en el rodillo en su casa de Andorra (Foto: I. G. Cortina)
El ciclista asturiano lo confirma. “Hacemos algún día alguna charla con Microsoft Teams, con alguna sesión de Yoga por las mañanas, otras charlas con el manager, tenemos contacto y eso está bien”, apunta. En su cuarta temporada como profesional y con veinticuatro años, Cortina explica que no tienen un programa de entrenamientos concretos. “Si no te obcecas. Tenemos un plan más libre— añade—. En el rodillo, apenas hay diversión”. Por tanto, para que los días afecten menos a la cabeza, el esprinter español intenta descansar una jornada cada dos o tres días. “Si no, acabas con la cabeza reventada”. El rodillo puede acabar convirtiéndose en un arma de doble filo.
Preparación al detalle
Tanto Patxi Vila como Aritz Arberas reconocen que el rodillo no es solo el salvavidas que ayuda a sostener la forma que dejaron los ciclistas cuando se paró la temporada si no que es fundamental añadir ejercicios de fuerza. “Tenemos la sensación de que uno de los grandes problemas que tiene el ciclismo es que se cree que entrenar es solo andar en bicicleta y no es así. Muchas veces vas a conseguir muchísimo más beneficio en bicicleta haciendo otras cosas que montando en ella. Estamos saliendo de una visión antigua del deporte. Durante años ha habido un tabú con estos trabajos de fuerza”, remarca Vila. Por su parte, Arberas apunta que sesiones de más de dos horas en el rodillo no las ve efectivas. A partir de este tiempo, “vas mucho tiempo en la misma posición y es muy difícil hidratarse para esas intensidades y esos niveles de sudoración”.
Cortina añade que, con el rodillo, “estás todo el día pedaleando, no puedes parar, te queda mucho, te deshidrata. Hay que tener cuidado. En el rodillo se intenta perder lo menos posible, suavizar menos la caída. Vas perdiendo cada día un poco la forma. Desde que empecé a entrenar en octubre hasta ahora, estoy a la mitad, más o menos”. Sin embargo, Patxi Vila apunta que lo considera una herramienta muy válida para los entrenadores: “Es mucho más sencillo que en la carretera. En un rodillo, puedes programar el entrenamiento al dedillo, en cambio, cuando tú mandas a un corredor a la carretera es el ciclista el que controla el entrenamiento. Con esta máquina, lo puedes controlar tú. Para los entrenadores, la vida es mucho más fácil”. En ese sentido, desde el Movistar Team enfocan el confinamiento como una pretemporada. “Espero que no haya lesiones, sino todo lo contrario, que evitemos problemas más adelante. Volver a todo el trabajo compensatorio, de puesta a punto y de salud general”, afirma Vila.
Momento de la conversación mantenida con el preparador físico del Bahrain McLaren, Aritz Arberas
Pero para conseguir un equilibrio que no dañe la salud del ciclista, no todo se acaba encima de la bicicleta. Mantenerse saludable es sinónimo de buena alimentación. “Sabemos que hay corredores que son más propensos a coger peso. Ahora sí que es importante intentar mantenerse. No te voy a decir que no perder peso en una situación como esta es muy complicado y sería un estrés demasiado elevado para los corredores, pero sí que pedimos mantener la línea cuando entramos en el confinamiento. Sabemos que es duro, pero es un poco el único esfuerzo extra que se está requiriendo”, insiste el preparador navarro.
La mirada del médico siempre vigilante
El confinamiento afecta también, y de forma muy directa, la salud de los ciclistas. El reputado cardiólogo barcelonés, Jordi Trias de Bes, especialista en cardiología del deporte y en cardiopatía de origen genético o familiar y muerte súbita, ahonda en los aspectos que tienen que ver con el sistema cardiovascular de los ciclistas durante esta etapa. Señala que un encierro de estas características provoca una disminución del consumo de oxígeno, que es una medida fisiológica importantísima para un deportista de élite. “Esta caída oscila entre un cuatro y un catorce por ciento en los últimos estudios publicados. Se ha sugerido también que cuando más intensamente estaba entrenando este deportista, antes del parón, mayor era el descenso del consumo máximo de oxígeno”.
El cardiólogo Jordi Trias de Bes (Foto: Jordi Trias de Bes)
Otro componente a destacar es la disminución del volumen sanguíneo y del volumen plasmático en sangre, que fluctúa en un quince por ciento. Y por otro lado está la frecuencia cardiaca, donde se contempla un aumento progresivo. “Se va viendo al cabo ya de diez o quince días del confinamiento respecto de los valores previos. Pasadas esas fechas, la frecuencia cardiaca aumenta progresivamente entre un cinco y un diez por ciento de los valores que teníamos antes de que ocurriera eso”, concluye Trias de Bes.
Originalidad para superar la cuarentena
La creatividad y la imaginación en esta situación tan dura aflora en la mente de las personas. Hay ciclistas que, por vivir en zonas más cálidas, no hacían uso del rodillo, incluso algunos ni lo tenían en sus casas. Cada uno lo vive de una manera diferente como es el caso de Jonathan Lastra y Alicia González que han instalado en el jardín de su casa de Viella, en Asturias, un pequeño circuito. “La idea nació debido a que íbamos a estar más tiempo de lo que en un principio todos pensábamos. Sabíamos que a todos nos cansa estar siempre en el rodillo y como teníamos espacio y a mí siempre me han gustado montar circuitos, pues era el momento”. Lastra agrega que este pequeño Giro en el jardín “busca liberar la mente para no estar todos los días haciendo rodillo”. Además, el corredor vizcaíno resalta que “la forma física, aunque vaya bajando poco a poco, suaviza la caída menos. El circuito te permite hacer un trabajo tipo arrancada, esa explosividad llevando un pulso alto: arrancas, paras, te levantas, te sientas, cosa que el rodillo no se hace. El cicloergómetro está más pensado para trabajar la fuerza”, concluye.
Circuito de ciclocross doméstico en casa de Jonathan Lastras y Alicia González (Foto: Jonathan Lastras)
Ya van unas semanas de confinamiento y Patxi Vila busca perspectiva y respuestas: “el problema que tenemos no es tanto de entrenamiento, sino de falta de objetivos, es decir, no sabemos cuándo vamos a competir, qué vamos a competir, tenemos el calendario vacío, lo difícil es saber qué tienes que hacer ahora. Es esa incertidumbre más que lo que te pueda permitir entrenar en un rodillo”, subraya. Cada uno lo enfoca y lo supera a su manera pero todos extraen sus conclusiones y aprendizajes. Ivan García Cortina, a quién el Covid-19 le ha cortado una temporada que tenía muy buena pinta, tiene claro que, como mínimo, esta situación excepcional va a cambiar la mentalidad de los corredores para el futuro.
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Iván García Cortina consiguió su segunda victoria como profesional en la pasada París-Niza (Foto: Luc Claessen/Getty Images)