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'Perico era hábil en carrera, muy seguro de sí mismo y ambicioso'

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Isaac Vilalta | 04 Sep 2018

'Perico era hábil en carrera, muy seguro de sí mismo y ambicioso'

'Perico era hábil en carrera, muy seguro de sí mismo y ambicioso'

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Pedro Delgado empezó su carrera profesional en el equipo Reynolds. Tras tres temporadas, en 1985 fichó por el Orbea y ganó su primera Vuelta a España. De ahí saltó al PDM holandés dónde corrió dos temporadas y, finalmente, en 1988 volvió al Reynolds. Fueron tres temporadas lejos de casa y en su retorno se reencontró con el hombre que todavía hoy lidera la estructura del equipo, Eusebio Unzué.

Siendo honestos, aquel Unzué queda muy lejos del que conocemos hoy. Empezó en la dirección del equipo con tan sólo veintinueve años y lo hizo de la mano de su inseparable —hasta hace poco— José Miguel Echávarri. Eso sí, pocos cómo él para analizar la figura de Perico.

El equipo Reynolds, con Unzué el segundo por la izquierda, en los Campos Elíseos de París en 1988 (© Movistar)

“Ya desde su primer Tour se veía en el comportamiento de Perico esa impronta de gran corredor. Le hemos asociado a la espectacularidad, sobre todo cuando llegaba su terreno. Era un gran escalador. Si podía, antes o después, hacía algo… Te mantenía siempre en la incertidumbre. Nunca se sabía sí iba a arrancar o no”. Esto, que es bueno para cualquier aficionado, no sabemos si es recomendable para un director de equipo, y más teniendo en cuenta que en aquella época la información no era de pinganillo sino de ventanilla. “En ese contexto, Perico era un ciclista que sabía moverse muy bien cuando se generaba una pequeña selección. Leía muy bien el momento en que tenía que moverse y arrancar. En ese sentido, fue un autodidacta”.

Problema resuelto; Perico decidía por si solo y, además, decidía bien. Nos queda una sola duda: ¿era fácil tomar decisiones junto a él? “Era un chico muy abierto y participaba en las decisiones. Le gustaba. Era hábil en carrera y muy seguro de sí mismo, y al mismo tiempo, como todos los corredores grandes, ambicioso también. Con nosotros no era un chico rebelde a la hora de atacar las decisiones, pero sí que rompía con el estereotipo habitual de corredor. Veías que era especial. Y, bueno, aparte de eso, era muy divertido”, asegura Unzué antes de empezar a soltar anécdotas de Perico con la prensa. 

El Reynolds justo antes de salir del hotel para completar la última etapa de Tour 1988. De arriba a abajo y de izq. a der.: Lafargue, Lukin, Díaz-Zabala, Pujol, Gorospe, Omar, Dominique, Magro, Perico, Echavarri, Indurain, Iza y Vidales (© Movistar)

La recración de la fotografía que tuvo lugar en agosto en la cena anterior a la XXV Marcha Ciclodeportiva Pedro Delgado La Perico en la que se reunió el Reynolds de aquel 88. De arriba a abajo, de izq. a der.: Arroyo, Lukin, Herminio, Gorospe, Omar, Magro, Perico, Vidales e Indurain (© Carlos Navarro / La Perico)

 

El actual mánager general del Team Movistar tiene siete Tours en su palmarés; el de Perico, los cinco de Indurain y el de Pereiro y forma, junto con Echávarri, la pareja más laureada en la historia de la Grande Boucle. “Cuando comenzamos a ir al Tour, en el año 1983, éramos, sobre todo, unos grandes desconocedores de la carrera. Tuvimos la suerte de luchar desde el primer año por cosas importantes con el podio de Ángel Arroyo”, reflexiona.

Añade: “Para nosotros, como equipo y estructura, el Tour se convirtió casi en una obsesión. Ya entendimos desde el primer año que se trataba de una carrera en la que, ganando a los mismos rivales con los que competíamos a lo largo de la temporada, conseguíamos muchísima más repercusión mediática. No tenía nada que ver. Siempre nos hemos quedado enganchados al Tour”. Arroyo, Perico, Indurain… En la lista de hombres-Tour de Unzué siguen nombres cómo los de Alex Zülle, el Chava Jiménez, Óscar Pereiro, Alejandro Valverde y Nairo Quintana. ¿Quién será el siguiente? ¿Mikel Landa? ¿O nos espera alguna sorpresa? 

Podéis leer todas las reflexiones de Eusebio Unzué en el número 15 de VOLATA.