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El ciclismo femenino se abre camino

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Israel Molina | 23 May 2018

El ciclismo femenino se abre camino

El ciclismo femenino se abre camino

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De grandes historias y locos recuerdos vive la esencia del ciclismo. Da igual que pedaleen ellos o ellas. Condenadas al ostracismo durante muchos años, las profesionales del ciclismo van asomando la cabeza a nivel global. Ya no es una cuestión de rincones de Holanda —cuna de las mejores corredoras del mundo— o Francia, sino que las paredes se han ido derribando con un extenuante trabajo de pico y pala de las estructuras deportivas, de algunas cadenas de televisión y de la consolidación progresiva de las principales estrellas.

Todos han ido remando en la misma dirección y, aunque todavía hay muchas millas que navegar, el trabajo ha ido dando sus frutos progresivamente. Si los flashes y los focos se colocaban en el ciclismo femenino cuando acudían al rescate los Juegos Olímpicos y los Mundiales, es decir, cuando competían por patriotismo, esto ha ido dejando paso a las principales carreras. Pruebas como el Tour de Flandes, el Giro Rosa, La Course o el tríptico de las Ardenas –Amstel Gold Race, Flecha Valona y Lieja-Bastoña-Lieja— se han adentrado en las tripas del aficionado ciclista, que ya se pregunta, como poco, por los resultados.

Equipo Movistar que participó en la pasada Durango-Durango Emakumeen Saria (© Oskar Matxin)

 

Creación del Movistar femenino

El camino es tortuoso y serpenteante, es duro y largo, como el Stelvio o el Galibier, pero también es de frutos muy dulces. En España el maremoto se ha notado con notable frecuencia gracias, en parte, a la aparición del equipo Movistar femenino. Que una estructura tan potente como la de Eusebio Unzué y José Miguel Echavarri haya decidido hacer esta apuesta ha sido la mejor noticia para el ciclismo español en muchos, muchos años.

Y es que la noticia viene a colación de una tendencia que ha dejado de ser la excepción para acercarse más a la norma. Sunweb, Mitchelton-Scott y Lotto Soudal, tres de los mejores equipos en la categoría masculina, ya dieron el salto y ahora ha aparecido Movistar. Esto ha permitido la profesionalización de muchas corredoras, la ilusión de muchas niñas y el porvenir de un deporte que atraviesa uno de sus mejores momentos.

Junto a estos mencionados, hay otros grandes equipos que tienen a varias de las referentes. Destaca, por encima del resto, el holandés Boels Dolman, pero hay otros como el Cérvelo-Bigla, que en su día tuvo equipo masculino y que se ha terminado decantando por las féminas, el Canyon//SRAM, el Alé Cipollini o el Wiggle High5. Estos son los equipos que en este 2018 se están repartiendo todos los trozos del pastel, aunque todavía quedan grandes carreras por disputarse como el Giro de Italia femenino, La Course y, por supuesto, el espectacular Mundial que este año tendrá lugar en Innsbruck (Austria).

Hasta la fecha, la corredora de la temporada, bastante por encima de las demás, es la impoluta holandesa Anna van der Breggen, probablemente la más carismática del pelotón femenino. La actual campeona olímpica se ha impuesto este año en cuatro de las grandes clásicas del calendario, véase, Strade Bianche, Ronde van Vlaanderen (Tour de Flandes), Flecha Valona y Lieja-Bastoña-Lieja. Estos resultados, a los que hay que sumar su triunfo en la pasada Durango-Durango Emakumeen Saria, la sitúan en un escalón por encima del resto, con el añadido de que su gran rival, su compatriota Annemiek van Vleuten lleva una temporada irregular donde no está consiguiendo coger su golpe de pedal habitual. 

 

Van der Breggen a su llegada a meta en Durango (© Oskar Matxin)

 

Anna van der Breggen, reina de 2018

La corredora holandesa es la única que ha repetido triunfo en el circuito Pro Tour, ya que las otras seis grandes carreras han sido vencidas por seis ciclistas diferentes. En la Ronde van Drenthe triunfó otra neerlandesa, Amy Pieters (Boels Dolmasn), en el Trofeo Alfredo Binda llegó el turno de la polaca Katarzyna Niewiadoma (Canyon//SRAM), en De Panne fue el momento de la belga Jolien D’hoore (Mitchelton-Scott), en la prestigiosa Gante Wevelgem inscribió su nombre la italiana Marta Bastianelli, en el Cauberg en la Amstel Gold Race reinó otra holandesa del Boels, en este caso Chantal Blaak, actual campeona del mundo y, por último, en el Tour de Chongming Island se impuso la alemana Charlotte Becker (Hitec Products-Birk Sport).

Más allá de estas corredoras, no hay que olvidar a otras figuras legendarias del ciclismo femenino, que aunque sin la visibilidad de años atrás, siguen en la élite del deporte. El caso más evidente es el de otra holandesa, Marianne Vos. Campeona olímpica en pista y en ruta, tres veces campeona del mundo en carretera, siete coronas de campeona del mundo de ciclocross y triple ganadora del Giro de Italia, la corredora del WaowDeals, a sus 31 años, sigue peleando en las principales carreras, aunque con resultados algo más discretos. En este 2018 ha pisado dos podios, en la Flecha Brabançona y en el Trofeo Alfredo Binda, dos carreras en las que ha finalizado en tercera posición. Y otras referentes que siguen en la cresta de la ola, pero apartadas de las victorias por la contundencia que suelen demostrar Van Vleuten y Van der Breggen, son la francesa Pauline Ferrand-Prévot, las estadounidenses Coryn Rivera y Lauren Stephens, las italianas Elisa Longo Borghini, Giorgia Bronzini y Elena Cecchini, la sudafricana Ashleigh Moolman-Pasio o la australiana Amanda Spratt, entre otras muchas.

El caso español

Toca también detenerse en el apartado español porque no está siendo una mala temporada, ni mucho menos. A la noticia de la aparición del equipo Movistar, en la carretera las piernas de las mejores corredoras están respondiendo bastante mejor que otras temporadas. Sheyla Gutiérrez (Cylance Pro Cycling) ha ganado recientemente dos carreras en China, el Tour de Zhoushan Island y el Panorama Guizhou International. A sus 24 años, la corredora riojana sigue quemando etapas y sus resultados, como el buen vino, están mejorando con los años.

Aunque esta temporada arrancó con más dudas que los anteriores poco a poco ha ido cogiendo la forma y estas dos victorias refrendan su condición de mejor ciclista nacional del momento. A su lado viajan Anne Santesteban (Alé Cipollini) y Mavi García (Movistar), que han brillado bastante en las clásicas ardeneras, andando entre las veinte primeras en las tres pruebas de las famosas colinas.

Otro aspecto a destacar es el de las carreras. A la consolidación en el calendario Women's World Tour, la primera división mundial, de la WNTMadrid Challenge by La Vuelta, que se disputa en Madrid el mismo día que acaba la carrera masculina, algo que también se hacía en los Campos Eliseos cuando finaliza el Tour, se ha unido el estreno de la Emakumeen Bira vasca en su trigésimo primer cumpleaños. 

Fotografía © Oskar Matxin

 

Y, por supuesto, hay que seguir valorando el esfuerzo de la Setmana Ciclista Valenciana, que ha cumplido su segunda edición, así como de la Durango-Durango Emakumeen Saria, que ha tenido el placer de ver a Van der Breggen y Van Vleuten como primera y segunda, aprovechando que estas se encontraban preparando la prueba reina vasca anteriormente citada, sin olvidar el estreno de la Volta, en un formato similar de Tour y Vuelta, haciendo coincidir la prueba femenina con el último día de la masculina, en el precioso circuito de Montjüic.

Llegados a este punto, es el momento de que el ciclismo femenino siga abriéndose camino. Sigue haciendo falta visibilidad, televisiones y más carreras. Las voces autorizadas apuntan a una recuperación del Tour de Francia —dejó de disputarse en 2009— y a la aparición de la Paris Roubaix, algo que se lleva demandando unos cuantos años, pero mientras eso llega, hay que disfrutar del talento, del coraje y de la pasión de estas corredoras, que brindan el mismo espectáculo, o incluso uno mayor, que los ciclistas masculinos que todos somos capaces de recitar de memoria.

Fotografía © Oskar Matxin