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El retorno de la promesa sueca

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Texto: Bernat Manzano/ Fotografía: Joakim Rissveds/Team 31 | 24 Jul 2019

El retorno de la promesa sueca

El retorno de la promesa sueca

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El pasado fin de semana se han celebrado la mayoría de campeonatos nacionales de las modalidades de mountain bike. Así, en España, los nuevos campeones son Claudia Galicia (Megamo UCI Team) y David Valero (MMR Factory Racing Team) en cross country y Telma Torregrosa (Leatt/Canyon) y Àlex Marín (Madison Saracen Factory Team) en descenso. Pero lanzando una mirada aérea a los diferentes campeonatos hay un caso que llama la atención de manera especial; en Suecia, el título se lo ha llevado una de sus deportistas más prometedoras de los últimos años. Nada raro hasta aquí, sin emargo se trata del retorno a la competición de Jenny Rissveds. O lo que es lo mismo, una historia de superación y visibilización de las enfermedades mentales en los deportistas de élite. 

Empezamos con un flashback de tres semanas y nos situamos en la prueba de la Copa del Mundo UCI de Vallnord, Andorra, del pasado 7 de Julio. En la salida femenina todas las miradas estaban puestas en las dominadoras de la especialidad últimamente, es decir, la suiza Jolanda Neff y la norteamericana Kate Courtney. Pero desde las últimas filas, Jenny Rissveds, estaba preparada para dar batalla y, seguramente, realizar una de las carreras de su vida. La sueca prácticamente había desaparecido de la competición desde 2016, poco después de conseguir el oro olímpico en Rio —siendo todavía Sub23—. Y es por eso que muchos se preguntaban qué había sido de ella. En este lapso de tiempo lejos de los focos, Rissveds ha luchado para recuperarse de unos desórdenes alimentarios provocados por la depresión que sufría fruto de la presión de la alta competición, los resultados y los esponsors. Pero también ha sido unos años de reflexión sobre el porqué de la competición y cómo poder disfrutar de ella.

El pistoletazo de salida en Andorra fue sobre lo esperado, con las mujeres marcando un ritmo alto en el start lap y luchando por una posición cómoda para estar lo mejor posicionadas en el técnico circuito andorrano. Los gritos del público, el ruido de los cencerros y el polvo de un circuito seco, todavía no anticipaban el espectáculo del cual íbamos a ser asistentes. Entre los aficionados al mountain bike es bien sabido la técnica deJenny Rissveds pero lo que vivimos en directo en una de las trialeras del circuito, la Mitas X-Treme, nos dejó con la boca abierta y los gritos de ánimo y locura colectiva iban en aumento vuelta tras vuelta. Mientras, por delante se libraba una carrera emocionante con Jolanda Neff muy retrasada y Kate Courtney en posiciones fuera del podio. Jenny Rissveds, en cambio, iba ganando posiciones a cada vuelta.

Con el dorsal 83 pasaba contrincantes tanto en las subidas más duras del circuito como en las bajadas más técnicas con los adelantamientos más al límite que se han visto en mucho tiempo en el circuito internacional. El público enloqueció y se entregó totalmente al renacer de Rissveds, y ella hizo la carrera de su vida consiguiendo entrar en quinta posición a tan sólo un minuto de la ganadora, la holandesa Anne Terpstra. El retorno de Rissveds a la alta competición se saldó con lágrimas de emoción, felicitaciones de todas las contrincantes y el cariño y respeto del público andorrano.

Volvemos ahora más atrás. La recuperación de Rissveds pasó por lo psicológico, lo físico y también por un trabajo introspectivo que la llevó a crear el Team 31. Se trata de un equipo pequeño, autogestionado y con una ambición que va mucho más allá de los resultados, los esponsors y el dinero que pueda ganar. A principios de 2019, las redes sociales de la ciclista sueca volvieron a la actividad mostrando unos mensajes crípticos que anticipaban su regreso a la competición pero esta vez con una estructura propia, muy alejada de los presupuestos e infraestructuras a los que estaba acostumbrada cuando ganó el oro olímpico. Ese retorno es mucho más que un ejemplo de superación personal y deportivo.

El Team 31 nació con una vocación social especialmente dedicado a los niños y la juventud, y es que el 31 hace referencia al artículo 31 de la Convención de los Derechos de los Niños, el que reivindica el derecho de todas las niñas y niños al descanso, al esparcimiento, al juego, la recreación y la participación en la cultura y las artes. Desde su equipo, Rissveds quiere promover este artículo en particular, con su dedicación en una serie de actividades y colaboraciones con otras entidades, y con un objetivo primordial para el equipo que no consistirá en ganar carreras sino en promover entre los niños un estilo de vida activo, el ser uno mismo y hacer lo que cada uno ama. En definitiva, el deporte de élite al servicio de los más vulnerables pero de una manera honesta, sin grandes marcas de por medio y con una de las deportistas que más admiración debería levantar en el ciclismo de montaña actual.

Como ella misma afirma, no es fácil pinchar la burbuja de los grandes contratos, los mejores resultados y el éxito y la fama. Pero con valientes deportistas como Rissveds, la visibilización de los trastornos psicológicos en el deporte de élite debería empezar a no ser un tabú.

https://www.redbull.com/int-en/videos/AP-1ZBEMSQND2111