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Tour de Francia 2024: Kévin Vauquelin, un artesano en Bolonia

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Álvaro Rubio | 30 Jun 2024

Tour de Francia 2024: Kévin Vauquelin, un artesano en Bolonia

Tour de Francia 2024: Kévin Vauquelin, un artesano en Bolonia

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Resolver una fuga en ciclismo encierra ciertos procesos artesanales. Se trata de una maestría en la que destreza, técnica, capacidad física e inteligencia se entrelazan en un todo inquebrantable en el camino hacia la victoria. La precisión a la hora de acertar en los momentos cruciales de una etapa debe ser quirúrgica, aunque el toque de atrevimiento y creatividad también es necesario. Pequeñas decisiones que provocan un efecto mariposa en el que el desenlace podría ser diferente. Esta situación se magnifica todavía más en una carrera como el Tour de Francia. Sin embargo, a Kévin Vauquelin no le ha temblado el pulso, ha cogido el cincel y ha moldeado el desarrollo de la segunda jornada a su estilo.

El ciclista francés del Arkéa-B&BHotels ha corrido con la templanza de un veterano a pesar de ser su debut en la ronda gala con 23 años. No solo se ha erigido como el más fuerte en una nueva etapa exigente en territorio italiano que rozaba los 200 kilómetros, sino que también ha sabido interpretar los condicionantes del circuito final en Bolonia. Aún así, la intuición incauta propia de la juventud casi provoca un giro de guión. “He sentido la tentación de atacar en el primer paso por San Luca, pero he preferido mantener la calma y cuando he visto el movimiento de Oliveira [Nelson] y Abrahamsen [Jonas] era consciente de que había que estar en ese grupo”, explicaba un sonriente Vauquelin en meta.

Fotografía: Getty

Fotografía: Billy Ceusters / A.S.O.

Tanto el francés como los ciclistas de Movistar Team y Uno-X —que consolida el maillot de la montaña y logra ahora el de los puntos— formaban parte de una fuga inicial de once corredores. El pelotón ha entregado la carta de libertad, por lo que la etapa se convertía en un cara o cruz entre los fugados y han sido ellos tres quienes han conseguido forzar la conocida (ejem) como “la fuga de la fuga”. La cota hasta el santuario barroco de San Luca ha sido la jueza definitiva con sus rampas por encima del 16% en paralelo al pórtico más largo del mundo con hasta 666 arcos. El francés ya demostró que se siente cómodo en estos porcentajes desorbitados con su segunda posición en la pasada edición del la Flecha Valona.

Por ello, ha sido en esa estrecha carretera abarrotada de público donde Vauquelin ha cimentado un triunfo sufrido y, por momentos, angustioso ante la falta de información. “Ha sabido muy tarde que iba a ganar. Pedía constantemente referencias porque no estaba seguro de cuánta distancia tenía”, afirmaba el francés todavía incrédulo en la antesala del podio. Los 36” de margen con Abrahamsen le han permitido saborear y deleitarse en la celebración de la primera victoria del equipo Arkéa en el Tour. Era un reto anhelado por el conjunto francés y la emoción se ha apoderado de todos los auxiliares y el staff congregado en el autobús. Ganar en el Tour para un equipo francés se vive siempre de una manera especial.

San Luca también ha sido el escenario de la primera estocada de Tadej Pogačar. El esloveno anunció en Rimini que podría haber diferencias, y dicho y hecho: ataque y maillot amarillo. El movimiento ha servido para despejar una primera incógnita y es que Jonas Vingegaard está para disputar de tú a tú el Tour de Francia. El danés ha sido el único capaz de seguir la estela de Pogačar formando un dúo al que se han unido Remco Evenepoel y Richard Carapaz in extremis. El resto ya les observan desde la lejanía y el martes llega el turno del Galibier.