Tadej Pogačar ya tiene 50 segundos de ventaja respecto Jonas Vingegaard. Y lo que es más importante desde el punto de vista del esloveno: en efecto, el plan de Vingegaard tiene fisuras. Porque hasta la etapa de este martes no teníamos claro cuál era el estado físico real del danés y ahora, después de la primera toma de contacto con la montaña, ya podemos sacar las primeras conclusiones.
La principal, y esta va anclada en el preámbulo, es que el Tour es muy largo y aún puede pasar de todo. A partir de ahí, sin embargo, las razones empiezan a tumbar ligeramente del lado de Pogačar. Y todo después de una etapa marcada, de nuevo, por una fuga inicial en la que estaban los que quieren sumar por el maillot de la montaña y aquellos con suficiente tiempo perdido, como es el caso de David Gaudu (Groupama - FDJ). En este contexto, apareció el primer gran nombre de la jornada —y posteriormente designado como el más combativo—, Oier Lazkano (Movistar Team). El vitoriano mostró la fuerza que tiene en las patas. Sus repetidos ataques subiendo el Galibier, sin embargo, quedaron muy lejos de la exigencia marcada por detrás por el equipo UAE Team Emirates.
Porque esta es una de las grandes conclusiones que nos deja la primera jornada alpina de este Tour. El UAE va súper y, si no cambian mucho las cosas, veremos el mismo guion repetido en las grandes etapas de montaña: uno, dos, tres, cuatro… corredores del equipo emiratí pasando el relevo para imprimir un ritmo diabólico. En la aproximación, Nils Politt, Tim Wellens y Marc Soler son los encargados de trabajar —¡qué lujo!—. Cuando la carretera ya pica para arriba, Pavel Sivakov, João Almeida, Juan Ayuso y Adam Yates van a repartirse los roles en función del estado de forma y de la disciplina interna. Así ha sucedido en las rampas del Galibier, con Pogačar siempre atento y con un grupo cada vez más reducido y selecto. En los últimos metros "AdAdP" —es decir, Antes del Ataque de Pogačar— solo aguantaban Jonas Vingegaard, Remco Evenepoel, Mikel Landa, Carlos Rodríguez y Primo Roglič, junto con Pogačar, Almeida y Ayuso.
Pogačar ha atacado a sólo medio kilómetro de la cima, contenido por el fuerte viento de cara, y a su rueda ha saltado Vingegaard. Por momentos parecía que el danés sí que sí, pero en una curva de izquierdas Pogačar ha abierto dos metros definitivos. Ha coronado con apenas 7 segundos sobre el danés, pero ha forzado en el descenso y un Vingegaard ya al límite de las fuerzas y, quizá, falto de confianza, ha acabado siendo engullido por los que venían por detrás.
El Visma no ha aparecido en la primera gran cita. Evenepoel, segundo en la general, ha mostrado orgullo y piernas. Roglič todavía está leyendo la carrera. Carlos Rodríguez actúa como si fuera el más maduro. Un UAE con muchos gallos asusta. Y Pogačar ha hablado al vestirse, de nuevo, de amarillo: “hoy quería dar un gran golpe”.