La cara de Chloé Dygert al ver el tiempo que Demi Vollering marcaba en la contrarreloj de Róterdam lo decía todo. La norteamericana, que vestía el maillot de actual Campeona del Mundo contra el crono, no podía ocultar su frustración al ver cómo la neerlandesa del SD Worx cruzaba la línea de meta tan solo 5 segundos mejor que ella. Dygert era una de las favoritas para la victoria, pero sin embargo, se marchaba de la silla caliente como quien ha sido rechazada para un papel hecho a medida en la película de su vida.
Que Vollering hiciera una buena crono en la tercera etapa de este Tour Femenino era lo previsible, pero que lo hiciera para ganar y, de paso conseguir el maillot amarillo, no entraba en los planes. Ella misma había declarado que no quería ser líder demasiado pronto, pero ahora… “Es cierto, no lo tenía previsto, pero ahora que tengo el amarillo no quiero dejarlo, ni creo que mi equipo quiera dejarlo escapar”, confesaba en la rueda de prensa posterior. ¿Ni para descansar unos días?, le preguntaba un periodista. “¡¿Descansar?! No, esto no es como el Tour masculino que son tres semanas, esto es solo una semana y hay que darlo todo”, respondía de forma contundente.
La contrarreloj individual celebrada en las calles de Róterdam esta tarde de este martes —que recorría dos de los puentes más emblemáticos de la ciudad, como el Erasmusburg y el Willemsburg—, era el segundo esfuerzo del día para el pelotón, que había disputado una etapa en línea por la mañana de 69,7 km. Se trataba de ese doble sector del que tanto se ha hablado estos días, la manera que ha tenido el Tour de poder comprimir dos etapas (la 2ª y la 3ª) en una sola jornada por obligaciones del calendario olímpico y para la que ASO tuvo que pedir una exención a la UCI.
La experiencia de hoy, atractiva para el gran público que ha convertido la ciudad neerlandesa en una fiesta popular durante casi todo el día, da pie a contemplar sobre si es un formato que podría recuperarse para el World Tour. Para los equipos ha supuesto un esfuerzo doble, tanto para corredoras, como para mecánicos, que han tenido que tener listas dos tipos de bicicletas en muy pocas horas. Vollering también tiene su opinión al respecto: “No creo que a las chicas les guste mucho esto de tener que concentrarse dos veces en un mismo día. Además, en la etapa de esta mañana he pasado un poco de miedo, porque era muy corta y la gente estaba muy fresca y hemos tenido que trabajar duro para que todas las del equipo estuviéramos a salvo”.
La ganadora de esta etapa de mañana, de nuevo Charlotte Kool (dsm-firmtech), también ha definido esa 1h 32 min que ha durado el recorrido como estresante. "Sí, lo ha sido, pero a mi me ha gustado que fuera así", aseguraba la neerlandesa, que ha conseguido no verse involucrada en ninguna de las caídas del día. Kool ha demostrado, doblemente, que sabe pescar muy bien en río revuelto.