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1958, el año de Elsy Jacobs

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Diego Molpeceres-Martín | 08 Mar 2019

1958, el año de Elsy Jacobs

1958, el año de Elsy Jacobs

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Solo cuarenta y cinco días después de que la británica Millie Robinson estableciese una nueva plusmarca al recorrer 39,719 kilómetros en una hora en el velódromo de Vigorelli, la ciclista luxemburguesa Elsy Jacobs (Garnich, 1933 - Guémené-sur-Scorff, Francia, 1998) se citaba con la historia por segunda vez en la temporada de 1958. La primera tuvo lugar meses antes, a finales del mes de agosto de 1958, en la ciudad francesa de Reims, que había acogido la histórica primera edición de la prueba en línea femenina del Campeonato del Mundo de ciclismo en carretera.

En un momento de incertidumbre política internacional en que el deporte internacional se había convertido en un barómetro de las ambiciones geopolíticas, Jacobs supo hacer frente en la competición a la notable superioridad numérica de naciones como Reino Unido, Francia, la URSS y Bélgica (las grandes potencias del momento), que contaban con hasta seis participantes en Reims. A sus veinticinco años de edad, la luxemburguesa pudo inscribir su nombre con letras doradas en la historia ciclista, logrando el primer maillot arcobaleno de la historia para el ciclismo femenino, aventajando en casi tres minutos a las soviéticas Tamara Novikova y Mariya Loukchina, sus acompañantes en el podio.

Setenta días después de aquella gesta, un nuevo reto aguardaba a Jacobs en el velódromo de Milán. ¿Sería capaz de batir la marca de Robinson, a pesar de su inexperiencia en la pista? Las dudas también vagaban por la cabeza de Raymond Louviot, entonces director deportivo de Jacobs, que se preguntaba si era el momento ideal para asaltar el récord de la hora o, si por el contrario, era mejor aplazarlo. Finalmente, Louviot se convenció. El lugar escogido, el Vigorelli, era ya una especie de lugar de culto; un velódromo fetiche donde se habían ido citando grandes ciclistas para afrontar aquel agónico esfuerzo de una hora. Fausto Coppi, Jacques Anquetil, Renée Vissac o la ya citada Millie Robinson habían dejado su huella en la célebre pista milanesa. Jacobs quería dejar la suya y el 9 de noviembre rompió por primera vez la barrera de los 40 kilómetros y estableció una plusmarca que perduraría durante catorce años: 41,347 km.

El Vigorelli puso fin a un año de leyenda para una de las grandes pioneras del ciclismo femenino. Tras 1958, Jacobs —que da nombre a una de las carreras más destacadas del calendario actual— no volvería a lograr el maillot arcoíris ni a batir el récord de la hora, a pesar de continuar dilatando su palmarés durante las siguientes décadas.

 

FOTOGRAFÍAS:

En portada, Harry Pot, Dutch National Archives, The Hague, Fotocollectie Algemeen Nederlands Persbureau 

Arriba y centro, Festival Elsy Jacobs

Abajo, Fliedermaus