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Si la París-Roubaix femenina ya es una realidad, ¿se puede ir más allá?

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Olga Àbalos | 08 May 2020

Si la París-Roubaix femenina ya es una realidad, ¿se puede ir más allá?

Si la París-Roubaix femenina ya es una realidad, ¿se puede ir más allá?

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Era una petición muy solicitada para que el calendario femenino y masculino pudieran asemejarse cada vez más y para que el deporte femenino pueda conseguir más visibilidad y repercusión pública y comercial. Finalmente, la París-Roubaix femenina será una realidad, si la pandemia del coronavirus lo permite. A principios de mayo, la UCI anunció que la fecha seleccionada en el calendario es el próximo 25 de octubre, el mismo día que la carrera masculina, cosa que permitirá aprovechar la misma cobertura televisiva. 

Aunque la organización todavía tiene que desvelar detalles como la distancia, el lugar de salida y el recorrido final, la competición de féminas tendrá lugar justo antes que la de los hombres, un formato que ya se utiliza en otras competiciones como La Course, disputada antes de la última etapa del Tour de Francia o el Madrid Challenge, celebrada durante la jornada final de la Vuelta a España. Con la Roubaix femenina el calendario World Tour amplia el número de monumentos a tres, juntamente con la Lieja-Bastoña-Lieja y el Tour de Flandes. Faltaría que se incorporaran también la Milán-San Remo y el Giro di Lombardia.

Pero esta progresiva ampliación del calendario femenino —que ya de por sí es algo positivo—, ¿debe hacerse copiando las estructuras económicas y empresariales que se han creado en el sector masculino? Si la pandemia del coronavirus ha puesto al descubierto las limitaciones de un modelo deportivo demasiado dependiente de los derechos televisivos (y de cómo estos están repartidos), de unas pocas empresas organizadoras y de grandes patrocinadores con necesidades a nivel global, ¿debe el ciclismo femenino buscar crecer bajo ese mismo paraguas? Durante las semanas de confinamiento, algunos equipos masculinos han visto peligrar su continuidad debido a la situación económica de sus patrocinadores. Si nos dirigimos a un mundo en el que las pandemias mundiales pueden repertirse, ¿es ese el modelo económico más fiable para el ciclismo profesional?

Sin duda, el ciclismo masculino puede ayudar a que la competición femenina tenga más nivel de difusión y repercusión, especialmente en las competiciones más icónicas, como los monumentos y algunas clásicas, pero, así mismo, su gran margen de crecimiento y sus propias características, deben aprovecharse para encontrar nuevas formas de organización, financiación y, en consecuencia, de sostenibilidad. Es precisamente ese potencial creativo el que puede convertirse en la gran baza de un deporte que se hace cada vez más fuerte gracias a sus propios logros y a su personalidad. Por ejemplo, fueron las chicas las que primero descubrieron el potencial de plataformas de ciclismo indoor como Zwift. 

No tenemos respuestas a todas estas cuestiones, pero todo lo que ha removido la pandemia del Covid-19 parece ser una gran oportunidad para poner preguntas sobre la mesa. 

Campaña visionaria

Hace casi un año, la marca Specialized lanzó un video promocional en el que aparecían las corredoras del Boels-Dolman, Chantal Blaak, Christine Majures y Anna van der Breggen recorriendo el tramo de pavé del Bosque de Arenberg y poniendo a prueba el modelo que en 2019 lanzó la marca americana, el modelo Roubaix, con el sistema de suspensión integado FSR. Visto ahora, esta campaña promocional ha tomado una nueva vida y se muestra casi como premonitorio. Más allá de los intreses comerciales, el lema del spot y las características de esa bicicleta —que no diferencia entre geometría para hombres o mujeres— encaja bastante bien con las reiteradas demandas del ciclismo femenino: "La Roubaix ya no es solo para hombres. La carrera tampoco debería serlo".

Precisamente van der Breggen sea una de las favoritas para coronarse como primera ganadora del Infierno del Norte, junto con Annemiek van Vleuten —actual campeona del mundo—, Marianne Vos y Elisa Longo Borghini, todas especialistas en clásicas y con gran grandes actuaciones sobre el pavé en su currículum. 

Así queda el resto del calendario del UCI WWT 2020:

1 agosto : Strade Bianche (Italia)

8 agosto: Postnord UCI WWT Vårgårda West Sweden TTT (Suecia)

9 agosto: Postnord UCI WWT Vårgårda West Sweden RR (Suecia)

13-16 agosto: Ladies Tour of Norway (Noruega)

26 agosto: GP de Plouay – Lorient Agglomération Trophée WNT (Francia)

29 agosto: La Course by Le Tour de France (Francia) 1-6 septiembre: Boels Ladies Tour (Paises Bajos)

11-19 septiembre: Giro d’Italia Internazionale Femminile (Italia)

30 septiembre: La Flecha Valona (Bélgica)

4 octubre: Lieja-Bastoña-Lieja (Bélgica)

10 octubre: Amstel Gold Race (Paises Bajos)

11 octubre: Gent-Wevelgem in Flanders Fields (Bélgica)

18 octubre : Ronde van Vlaanderen (Bélgica)

20 octubre: Tour of Guangxi Women’s WorldTour (China)

20 octubre: Driedaagse Brugge-De Panne (Bélgica)

23-25 octubre: Tour of Chongming Island (China)

25 octubre: Paris-Roubaix (Francia)

6-8 noviembe: Ceratizit Madrid Challenge by La Vuelta

Fotografía: Specialized

 

 

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